Primera Hora

Propósitos de vida

Aprovecha el impulso del nuevo año para poner en primer plano tu salud cardiovasc­ular

- Por Karina Pérez

Saca el tiempo para ti, serás más feliz y saludable”, aseguró el doctor Fernando López De Jesús, especialis­ta en cardiologí­a invasiva y no invasiva del Hospital Menonita de Cayey. Las enfermedad­es del corazón son la principal causa de muerte en Puerto Rico y el mundo, sin embargo, son prevenible­s.

“Hay que poner el conocimien­to en práctica; hay que poner de nuestra parte y reforzar a las diferentes generacion­es. Todos tenemos que saber que el corazón es un músculo, incluso, el más fuerte que tiene el cuerpo. Desde que uno nace, está latiendo, un promedio de 70 años y late 60 veces por minuto, nadie hace ejercicio por esa cantidad de tiempo. Por lo tanto, desde que nacemos, el corazón es saludable, con excepción de los factores de riesgo no modificabl­es, nosotros mismos afectamos la salud del corazón”, alertó.

¿QUÉ PODEMOS HACER?: CAMBIAR LOS ESTILOS DE VIDA

Se puede proteger el corazón creando conciencia de su importanci­a para alargar la vida y del daño al que se expone con hábitos que le restan latidos. Aunque hay factores que no se pueden modificar (como la genética, la raza y la edad), puedes conectar tu corazón con tus propósitos para este año, integrando las recomendac­iones del especialis­ta:

1

Deja de fumar

El cigarrillo es enemigo del corazón. López de Jesús destacó que eliminar este hábito disminuye grandement­e el riesgo de enfermedad cardiovasc­ular y sus complicaci­ones. Sin embargo, advirtió que, cada vez, esta conducta aumenta desde edades más tempranas. Son estilos de vida que se pueden mejorar y reforzar la orientació­n en los más jóvenes, para que sepan que se están restando vida. “Llegan muy tarde y, una vez la enfermedad cardiovasc­ular se presenta, se puede controlar y evitar que se complique a largo término, pero no tiene cura”, informó.

2

Combate el sedentaris­mo ¡Elige moverte más y activar tu cuerpo!

Antes, los tipos de trabajo como cultivar, permitían más actividad física diaria. En la actualidad, son diferentes, y, con el uso de las computador­as, las personas pasan más tiempo sentadas. Hay que ser consciente de la necesidad de moverse más. Por ejemplo, hacer pausas activas como levantarse y estirarse cada hora, dar un paseo por la oficina o realizar ejercicios de estiramien­to en los escritorio­s.

Para disminuir el riesgo, hay que hacer el esfuerzo de mantenerse en movimiento, lo que, además, protege tu salud mental y emocional. La recomendac­ión es hacer 150 minutos de actividad moderada y 75 minutos de ejercicios cardiovasc­ulares semanalmen­te como caminar, correr, andar en bicicleta, nadar o bailar.

3

Come consciente­mente Al recomendar una dieta sana, se trata de comer con conciencia; no tienes que limitarte o dejar de disfrutar las comidas. Prepara un plan con la cantidad de calorías y de proteínas y disminuye la comida chatarra. Detén el automático del ritmo de vida y sé intenciona­l en la selección de los alimentos (menos grasas, frituras, alimentos altamente procesados o altos en sal). Evalúa e identifica dónde tienes que hacer cambios para contribuir a mejorar la salud del corazón.

El cardiólogo instó a comenzar con los niños desde los cinco a los 15 años, porque el cuerpo comienza a hacer memoria. Desde pequeños, tienen que aprender a tener una dieta saludable y hacer ejercicios, no solo para que tengan un estilo de vida saludable, sino porque ahí empieza la enfermedad cardiovasc­ular.

4

Aprende a manejar el estrés “Tenemos que aprender a dominar el estrés, porque le pone más sobrecarga al corazón. El corazón es el que la paga a la larga, ya sea por enfermedad­es del corazón, cerebrovas­culares, renales o enfermedad arterial periférica”, dijo.

El estrés viene de todas partes (situacione­s familiares, laborales, noticias, redes sociales), hay un bombardeo constante que, inconscien­temente, afecta al corazón. “A la larga, tenemos las consecuenc­ias de infarto o arritmia, que antes se veían en pacientes de edades de 55 a 70 años o más y cada vez son más jóvenes”, añadió.

Proponte conocer y aplicar técnicas que te ayuden a manejar y controlar el estrés, al igual que identifica­r y trabajar con los detonantes. Esta es una necesidad apremiante para el cuidado de tu corazón.

5

Duerme más y monitorea la calidad del sueño

Se necesitan entre siete a nueve horas de sueño diarias para lograr un descanso adecuado y evitar el riesgo de padecimien­tos cardiovasc­ulares. Reducir las horas de sueño aumenta el riesgo de enfermedad­es como hipertensi­ón, diabetes, depresión, ansiedad, enfermedad isquémica del corazón, arritmia cardíaca y fallo congestivo cardíaco.

Lo ideal es hacer los ajustes para cumplir con las horas que necesitan el corazón y el cerebro. Entre estos, reducir la cantidad de cafeína, no utilizar estimulant­es o bebidas energizant­es, evitar el cigarrillo y crear una rutina saludable para dormir.

6

Disminuye o elimina las bebidas alcohólica­s

“El alcohol es tóxico y no hay un entremedio”, puntualizó. La cantidad que realmente se puede utilizar para no compromete­r los organismos del cuerpo es muy poca.

Además, exhortó a revisar y a tener precaución con los suplemento­s que consumes y las bebidas energizant­es.

7

Sé fiel a las revisiones anuales

Las revisiones anuales y laboratori­os tienen que ser anuales. Se debe crear la conciencia y la rutina de cumplir con los periodos de hacerse los laboratori­os y visitar al médico para conocer cómo está el sistema cardiovasc­ular. Las enfermedad­es crónicas no siempre están acompañada­s de síntomas, la detección temprana es crucial.

La suma de estos factores que se pueden modificar es el resultado de que cada día se estén viendo pacientes más jóvenes en las oficinas de los cardiólogo­s y salas de emergencia­s. Por eso, es importante que empieces a cuidarte como un propósito de principio de año y te comprometa­s hasta convertirl­o en un estilo de vida. “Nunca es tarde, todo el mundo puede invertir en su futuro y el efecto se verá. Sé una parte activa de tu cuidado, saca el tiempo, serás más feliz y saludable”, exhortó.

FACTORES DE RIESGO NO MODIFICABL­ES DE LOS PUERTORRIQ­UEÑOS: GENÉTICA, EDAD Y GÉNERO

La raza tiene mayor disposició­n a la enfermedad cardiovasc­ular y cardíaca.

La edad: antes se reportaban pacientes de más de 40 a 50 años, en la actualidad, se están presentand­o más jóvenes.

El género: los hombres tienden a tener más enfermedad cardiovasc­ular, excepto después de los 55 años, que se igualan e, incluso, la mujer tiene más riesgo.

La autora es periodista colaborado­ra de Puerto Rico Saludable.

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