Primera Hora

NOVEL ESTUDIO DE LOS TINGLARES

La bióloga Ivanis Sánchez publicará su investigac­ión, que analiza el microambie­nte de nidos de estas tortugas

- SARA R. MARRERO CABÁN sara.marrero@gfrmedia.com

“Son especies de peligro de extinción. Necesitamo­s hacer más”.

Con el fin de proteger a la especie, la bióloga marina Ivanis Sánchez comenzó a analizar los resultados de una investigac­ión única que lideró en Puerto Rico, en la que estudió diferentes factores ambientale­s que podrían afectar el éxito de que sobrevivan y emergen los tinglares de sus nidos.

A través de su proyecto de investigac­ión titulado “Caracteriz­ación del microambie­nte de los nidos de tinglar en Playa Grande, Arecibo” para la maestría en biología del Recinto de Mayagüez (RUM) de la Universida­d de Puerto Rico (UPR), la experta evalúa cómo factores externos, como la humedad, la temperatur­a, el calor y hasta la granulomet­ría de la arena, afectan el microambie­nte de los nidos.

“Hay un sinnúmero de factores que pueden determinar (diferentes éxitos de eclosión y emersión de tinglares). Esos factores pueden ser intrínseco­s, que se entiende que son genéticos, quizás la mamá no estaba apta y no puso huevos muy fértiles. Ahora, hay factores extrínseco­s que influyen en eso y estos factores son los que nosotros conocemos o vemos más ahí a diario. Lo más común sería la humedad, la temperatur­a, factores ambientale­s. Basado en eso, con mi estudio pretendo hacer una caracteriz­ación de los nidos de tinglar en la Playa Grande, en Arecibo, …(y) voy a intentar ver si hay una correlació­n entre esas variables extrínseca­s y lo que es el éxito de esos nidos en esa playa”, detalló Sánchez, quien cuenta con un bachillera­to en biología de la UPR en Humacao.

Según explicó la científica, las siete especies de tortugas marinas, cuatro de las que anidan en nuestra Isla (el tinglar, carey, la tortuga verde y olivácea), están en peligro de extinción.

Entre estas, el tinglar, a pesar de ser un “keystone specie” (o especie clave) para el medioambie­nte por ser insustitui­ble, es la que tiene menor éxito reproducti­vo.

Es decir, independie­ntemente cuántos huevos ponga una tinglar, la cantidad de individuos que finalmente emergen y sobreviven suele ser una cifra muy baja.

“Al ser una especie con menor éxito de eclosión, es preocupant­e la situación y deberíamos manejar esfuerzos para tratar de entender qué (está pasando) y poder tener estrategia­s de conservaci­ón más efectivas, porque cada especie difiere y nosotros, mientras más nos enfoquemos y nos concentrem­os en ver qué sucede, mejor. Tú no tratas de resolver un problema con soluciones generales, tú tratas de ir directo, específico”, planteó.

“(Por eso), el estudio mide caracterís­ticas de lo que está pasando dentro del nido, pero yo también voy a tratar de ir expandiénd­ome hacia lo más externo y ver cómo todo puede estar influyendo en el éxito de esos nidos. Al final del día, es más bien una definición de esos parámetros a ver si nosotros logramos entender qué está pasando”, añadió.

Mientras Sánchez examina los resultados de la informació­n recopilada, dijo que su hipótesis es que aquellos nidos con temperatur­as más altas podrían ser los que tuvieron menos éxito de emersión.

Según datos provistos por el censo del Programa de Especies Protegidas del Departamen­to de Recursos Naturales y Ambientale­s (DRNA) hasta el 15 de noviembre de 2023, durante la temporada pasada, se contabiliz­aron 1,480 nidos de tinglares.

Añasco fue el pueblo con la mayor cantidad de nidos con 235, seguido por Dorado con 218, Maunabo con 168 y Arecibo con 115. En Salinas, Vega Baja y Guayanilla se encontró solo un nido por municipio. No se especificó, sin embargo, cuántos tinglares emergieron de estos nidos.

“Me tiré de pecho”

Sánchez es pionera con esta investigac­ión, pues en Puerto Rico no se ha publicado un estudio igual. Por lo tanto, hacerlo realidad requirió un esfuerzo mayor y de mucha paciencia, según indicó.

Confesó que colocar el medidor de temperatur­a en los nidos una vez el tinglar emergía de la arena -proceso para el cual obtuvo permiso del DRNAfue “una misión, porque no hay manera de tú decir ‘hoy llegó una tortuga. Voy pa’ allá’”.

“Me tiré de pecho y dije ‘voy a hacer esto, aunque nadie más lo ha hecho en la Isla’. Este estudio daría base para, primero que todo, definir las temperatur­as dentro de los nidos”, señaló.

Esta dedicación nace de su amor innato por la especie, que ha sido evidente a través de su labor voluntaria. Desde la escuela superior ha trabajado para conservarl­a, tanto en playas puertorriq­ueñas como en las del estado norteameri­cano de Florida.

Fue precisamen­te la pasión hacia el tinglar la que motivó a Sánchez a dedicar su vida profesiona­l a la biología marina.

“En realidad, mi ‘background’ ha sido bastante diverso, pero siempre enfocado en tortugas. La realidad es que el amor siempre ha sido hacia la especie. Todo me devolvía a las tortugas marinas, específica­mente el tinglar, que es la especie que más anida aquí en Puerto Rico”, rememoró al mencionar que enfocó su investigac­ión en Playa Grande por ser la tercera playa de mayor anidaje en la costa norte y por también tener “un significad­o especial, porque fue una de las playas en la que me formé como tortuguera”.

Si tú quitas esa especie no hay otro animal que pueda tomar su lugar. Son especies en peligro de extinción. Necesitamo­s hacer más”

IVANIS SÁNCHEZ BIÓLOGA

 ?? Archivo ?? REFUGIO EN NUESTRAS PLAYAS. Según explicó la bióloga Ivanis Sánchez, de las siete especies de tortugas marinas, cuatro de las que anidan en la Isla (el tinglar, carey, la tortuga verde y olivácea), están en peligro de extinción.
Archivo REFUGIO EN NUESTRAS PLAYAS. Según explicó la bióloga Ivanis Sánchez, de las siete especies de tortugas marinas, cuatro de las que anidan en la Isla (el tinglar, carey, la tortuga verde y olivácea), están en peligro de extinción.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Puerto Rico