Visto para sentencia el juicio a Serret, para quien la Fiscalía pide un año de inhabilitación
PETICIÓN El Ministerio Fiscal solicitó en sus conclusiones que la consellera de ERC, procesada por desobediencia, no pueda presentarse a las elecciones europeas DEFENSA Serret dijo haber cumplido el 1-O con un «mandato democrático»
El juicio a la consellera d’Acció Exterior de la Generalitat, Meritxell Serret, por desobediencia en relación con la organización del referéndum del 1-O quedó ayer visto para sentencia en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.
La Fiscalía mantuvo su petición de inhabilitación de un año y de una multa de 12.000 euros; solicitó, de hecho, que dicha inhabilitación le impida presentarse también a las elecciones europeas, además de a las locales, las autonómicas y las generales. Serret, por su parte, pidió su absolución ante el tribunal aduciendo que cumplió el «mandato democrático» de la mayoría independentista del Parlament. «Votar no es delito», añadió.
Durante el juicio, la consellera se negó a responder a las preguntas de las acusaciones y aprovechó el turno de su abogado defensor, Iñigo Iruin, para pronunciar un discurso de unos diez minutos de duración. En esa alocución, Serret se reafirmó «en que el proyecto independentista republicano es un proyecto legítimo» y sostuvo que en Catalunya existe un conflicto político «que vivió una escalada» con la sentencia del Estatut en 2010. Asimismo, remarcó que se «menoscabó la vía pactada para mejorar el autogobierno» y se dejó de lado la «vía política para dirimir estas cuestiones».
Dentro del Gobierno
Por otro lado, Serret justificó su actuación en torno al 1-O argumentando que formaba parte de un Gobierno surgido de un Parlamento con mayoría independentista y con programas electorales muy claros y no impugnados. Por este motivo, la consellera criticó en su discurso la judicialización del conflicto, afirmando que «el Estado lo ha querido llevar a los tribunales, se ha querido criminalizar, se ha ido en contra de la resolución del conflicto, y se ha anulado la vía política impidiendo el debate político en el seno del Parlamento».
Precisamente, esa pertenencia al Ejecutivo del expresident Carles Puigdemont es una de las bases de la acusación que ha formulado la Fiscalía contra Serret. Argumenta que la actual consellera d’Acció Exterior participó entonces como consellera d’Agricultura en las reuniones del Consell Executiu que aprobaron los presupuestos de la Generalitat para el 2017.
Además, explica que había partidas para el referéndum de independencia y que el Tribunal Constitucional suspendió la vigencia de los presupuestos advirtiendo a todos los consellers de que no hicieran ningún gasto derivado de estas partidas suspendidas.
Finalmente, la Fiscalía recordó ayer que Serret estuvo presente en el anuncio oficial de la fecha y la pregunta del referéndum y que el TC le notificó, así como al resto del Govern, la suspensión de las leyes del referéndum y de transitoriedad jurídica. Por todo ello, el Ministerio fiscal ha mantenido la acusación de desobediencia grave.
Mensajes de apoyo
Serret llegó al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya acompañada de la plana mayor de Esquerra, con el president de la Generalitat, Pere Aragonès, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, a la cabeza. Aragonès manifestó que el juicio a la consellera «es una muestra más de una represión que continúa, y que a pesar de los pasos que se han ido dando todavía afecta a decenas de personas vinculadas con el referéndum».
Desde la filas de Junts Per Catalunya, Serret también recibió apoyos. Su secretario general, Jordi Turull, evitó entrar a valorar las críticas hacia ella por parte de la exconsellera y eurodiputada Clara Ponsatí, y zanjó la cuestión afirmando que no era «día de reproches». Serret tampoco quiso entrar en polémica con Ponsatí, que minutos antes de ser detenida martes por los Mossos criticó duramente en rueda de prensa a Serret por haberse puesto a disposición del Supremo y dificultar la estrategia de confrontación. Meritxell Serret manifestó sentirse «muy contenta y muy feliz» por el hecho de que Ponsatí «haya podido volver».
Por último, por parte de la CUP, la diputada Eulàlia Reguant acompañó a Serret hasta la puerta del Tribunal y afirmó que «la mejor solidaridad es seguir trabajando por la independencia». ●
«Este juicio es una muestra más de una represión que continúa a pesar de los pasos que se han dado»
PERE ARAGONÈS President de la Generalitat