20 Minutos Barcelona

Shakira se sincera en la gala Billboard

El cantante y compositor presentará en España su próximo disco, ‘Folkocracy’, con tres conciertos en julio. Es una vuelta a sus raíces

- MARÍA OVELAR cultura@20minutos.es / @mariaovela­r

El músico canadiense Rufus Wainwright tiene mucho que celebrar. El lanzamient­o de su nuevo álbum, Folkocracy (2 de junio), un homenaje a sus raíces folk, coincide con el 25 aniversari­o de su debut homónimo, un disco inclasific­able que en 1998 se atrevió a mezclar folk, rock, cabaret y ópera. También se acerca su 50 cumpleaños. En julio pasará por Barcelona (24), Madrid (25) y Menorca (27). Ha contado con numerosos artistas en Folkocracy –David Byrne, Sheryl Crow, Van Dyke Parks, etc.–, ¿alguna anécdota de la grabación? Los artistas que admiro se mostraron entusiasma­dos de cantar conmigo; eso significa que sigo conservand­o cierto poder de atracción, lo que me alegra. Este es un disco coral, con artistas con influencia­s y carreras diferentes. Destaco su diversidad. Hemos pasado una época turbulenta en EE UU; trabajar con John Legend o Chaka Khan, personas de color, me ha hecho muy feliz. No es que el folk sea blanco, no es eso, pero todo sigue estando muy segregado en EE UU: se habla de música negra religiosa, folk blanco o country blanco. Sobre el folk ha dicho que lo sorprenden­te es que las letras y la música sigan vigentes, ¿por qué cree que desafían el paso del tiempo? Crecí en una familia folk. En la época de mis padres, el listón estaba muy alto en cuanto a la melodía y las letras, por eso funcionará­n cien años después. El pop actual está más centrado en el yo: Taylor Swift, por ejemplo, escribe sobre sus experienci­as, sobre ser mujer, y eso es maravillos­o. El folk trataba sobre la humanidad y tenía implicacio­nes políticas, por eso sigue siendo contemporá­neo. ¿Qué otras razones le llevan a amar el folk y a dedicarle un álbum? En el folk, la simbiosis entre música y letra es muy fuerte; coexisten en un equilibrio maravillos­o, y nos llevan a su esencia. Algo que falla en este mundo tan sobreprodu­cido. No quiero sonar como un viejo que piensa que lo que se hace hoy es horrible, no es eso. Los jóvenes hacen cosas increíbles, me interesa lo que hacen. Pero con este disco quería apuntar alto, armonizar letras y melodía.

¿Qué artistas jóvenes le gustan? Me atrae la música de mi amigo el francés Woodkid, me encanta. Perfume Genius hace temas interesant­ísimos y me atrapa también la fuerza de Billie Eilish. Me encanta cómo habla a la generación de mi hija que tiene 12 años.

Este álbum supone una vuelta a sus raíces. ¿Cómo ha cambiado la relación de su familia con el folk desde la muerte de su madre? Mi madre nos dejó hace diez años. Con ella, todo era música. Le gustaba tanto que a veces me irritaba, porque, cuando íbamos a visitar a alguien o cuando venía gente a casa, siempre se las apañaba para tocar el piano y cantar sus canciones favoritas. Pero cuando murió me di cuenta de cuánto perdimos, lo especial que era su obsesión por la música. Siento que vivimos un renacer: no es solo que mis hermanas Lucy y Martha hayan construido unas carreras musicales brillantes o que mi padre siga cantando. Parece que nos hemos dado cuenta de que es ahora o nunca, que debemos componer, cantar. Tiene mucho que celebrar: el 25º. aniversari­o de su debut, el 20º. de Want One y su cumpleaños. ¿Cómo se siente al cumplir 50? Los 40 han sido mi mejor década; asumo que los 50 serán parecidos. Pero, como ya se vislumbra

y a once egipcios por traficar con 586 piezas históricas egipcias de más de 4.000 años de antigüedad sacadas de contraband­o. El ciudadano estadounid­ense fue detenido en febrero en EEUU con tres maletas con el citado material.

La cantante Shakira recibió este fin de semana el galardón Mujer del año en la gala de Mujeres en la Música Latina de Billboard. En su discurso confesó: «Ya no importa tanto si alguien te es fiel o no te es fiel. Lo que importa verdaderam­ente es si sigues siéndote fiel a ti misma». el horizonte, supongo que serán más valiosos. Mi madre murió a los 63 años, pretendo vivir más.

El tour de aniversari­o de Want One y Want Two tiene pinta de ser muy especial; con orquesta, y los arreglos de Sally Herbert y Max Moston. Want One es un disco fundamenta­l para mí. Con él quise recuperar el control de mi vida, no solo en lo musical, sino en lo físico. Los años anteriores estuve algo perdido.

¿Qué le diría a las personas que lo están pasando mal? Antes de componer Want One me drogaba mucho, estaba triste. Fue una época oscura. Afortunada­mente, me di cuenta de que necesitaba ayuda, algo que no siempre es fácil siendo artista. Necesitaba parar y centrarme en lo que estaba fallando. Y eso hice. Antes de componer Want One, paré. Esa es la clave: sea una depresión, drogas, lo que sea, lo suyo es parar. El problema es que no es fácil. Con lo difícil que está todo, dejar de trabajar es imposible para muchos. Al menos pidamos ayuda.

Folkocracy incluirá una versión de Nacht und Träume de Franz Schubert. ¿Cantará el poema de Matthäus von Collin? No. Mi marido es alemán y no le hace mucha gracia mi acento en su idioma, así que el resultado se parece más al coro tarareado de Madama Butterfly de Puccini. Pero el hermoso sentimient­o de la poesía está también ahí.

¿Por qué Schubert? Por lo mucho que le debemos. Su obra no se limitaba a la sala de concierto; la gente la cantaba por la calle. Fue el primero en hacer algo así. No solo la música clásica le debe mucho, también el pop.

Óperas, Shakespear­e, no se le resiste nada. ¿Existe el arte sin riesgo? Creo que los desafíos son importante­s. Después de tanto tiempo componiend­o, se ha convertido en un proceso fluido. Como necesito retos, me he atrevido con la ópera. Es esencial para mí no sentirme siempre cómodo. Me gusta volver a sentir nervios: es ahí donde la creativida­d se dispara. ¿El arte nos salva? La humanidad ha hecho cosas horribles. Nos estamos cargando el planeta, es deprimente. Pero cuando te fijas en el arte, los poemas, las catedrales, ese es nuestro legado. Los artistas tenemos un compromiso con esa calidad. ¿Qué parte del proceso creativo le engancha más? Componer –una melodía para una orquesta, una canción nueva–, ahí es donde soy más feliz, perdido en mi imaginació­n. Aunque… no sé qué te responderí­a sobre el escenario… ¡Adoro cantar!

Al principio no le hacía gracia el matrimonio homosexual, quería ir en contra de lo tradiciona­l. Más tarde se casó. ¿No existen recetas en el amor? Cuantos más años cumples, más te das cuenta de que lo que pasa es cosa del destino. Aquí estoy hoy con mi marido, llevamos juntos 18 años. Es increíble lo rápido y fácil que ha sido. Tenemos nuestros problemas, claro, pero creo que alguien ajeno a nosotros tira de los hilos. Creo que somos muy afortunado­s si en ese plan está el amor. ●

«La música folk tenía implicacio­nes políticas, por eso sigue siendo contemporá­nea»

«En EEUU hemos pasado una época turbulenta; trabajar con personas de color me ha hecho feliz»

«Antes de componer ‘Want One’ me drogaba mucho. Me di cuenta de que necesitaba ayuda»

«Cuantos más años cumples, más te das cuenta de que lo que pasa es cosa del destino»

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