La marea de pellets alcanza Asturias y podría llegar a Cantabria y País Vasco
LA FISCALÍA
Cruce de acusaciones
Por una parte, el presidente gallego insistió ayer en que hasta el 3 de enero no tuvo constancia de la contaminación que ya se extiende por los arenales de las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa, Muros y Noia y también por las playas de la zona de A Coruña y Ferrol. Fue entonces, afirmó, cuando se produjo «la primera comunicación oficial», y acusó a Ribera de «no haberse interesado por el tema» hasta el 7 de enero y al Gobierno, de «ocultar información».
Por su parte, el ministro de Transportes, Óscar Puente, le acusó de «mentir», asegurando que la primera comunicación entre los gobiernos autonómico y el central se produjo el pasado 13 de diciembre mediante una llamada del teléfono de emergencias 112 que gestiona la Xunta a Salvamento Marítimo –depende del Ministerio–, para comunicar la información que había ofrecido un ciudadano en la playa de Espiñeirido.
Puente difundió en redes sociales un extracto del registro de llamadas del centro de coordinación de Salvamento Marino de Finisterre, en el que costa que a las 15.32 h del 13 de diciembre entró una llamada del 112 comunicando que un particular informó «de unos sacos de rafia con pequeñas bolas plásticas» en dicha playa. En una llamada posterior, a las 16.12 h, el 112 informó de que «el personal del ayuntamiento» había estado limpiando la playa y que la zona quedó «limpia».
Esa fue la primera de cuatro llamadas entre organismos dependientes del Gobierno central –también Protección Civil de la Delegación en Galicia– y distintas consellerías de la Xunta entre ese día y el 27 de diciembre. En medio, Salvamento Marino hizo varias batidas por mar y aire en días distintos en las que no fue capaz de detectar los pellets en el agua y sí pudo averiguar que provenían de un barco que días antes –el 6 de diciembre– había perdido seis contenedores frente a Viana do Castelo, en el norte de Portugal.
Pasados los días, los pellets llegaron a la costa y su vigilancia en el Gobierno central dejó de ser competencia del Ministerio de Transportes y pasó al de Transición Ecológica. Ayer, la vicepresidenta gallega y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, aseguró que los pellets «no son son tóxicos ni peligrosos» y pidió que la recogida se haga «de manera ordenada». Por el contrario, la Cofradía de Pescadores de A Coruña advirtió que los peces «confunden los pellets con alimento» y que de esa manera podrían llegar al consumo humano.
La Fiscalía de Medio Ambiente, que ha abierto diligencias, confirmó que los plásticos «presentan indicios de toxicidad», que «no son biodegradables», que «no pueden eliminarse» y que «contribuyen» a la contaminación por microplásticos, constituyendo por ello su eliminación un «objetivo de la Unión Europea», informó la Ser. El PP ha exigido en el Congreso la comparecencia de Ribera, Puente y del ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas. ●