Motoristas y ciclistas, las dos caras del balance de tráfico de 2023

AUMENTO 52 personas que pilotaban una moto fallecieron; fue el año con más víctimas mortales desde 2019 DESCENSO La siniestralidad ciclista, por el contrario, se ha reducido un 55%

Un total de 150 personas perdieron la vida en las carreteras catalanas durante 2023. De ellas, 52 eran motoristas. Fueron el colectivo que experimentó una mayor subida en víctimas mortales, según los datos que del Servei Català de Trànsit, que indican un incremento de fallecidos de un 13% respecto a 2022.

«No podemos estar satisfechos con el tema de las motos, es el año con más víctimas mortales desde 2019», aseguró ayer Ramon Lamiel, director del SCT. Para contener y reducir la siniestralidad, Lamiel explicó que lo más conveniente es «la suma de acciones», entre las que destaca «informar bien, educar bien e invertir en infraestructura».

Otra de las medidas necesarias, según el SCT, es la participación en formaciones prácticas, para que los motoristas puedan aprender y corregir su forma de conducir. Por último, Lamiel destacó la necesidad de invertir en la infraestructura, haciendo hincapié en la pintura del trazado.

Por otro lado, el informe de Trànsit señala también que la siniestralidad en cuanto a ciclistas se ha reducido un 55%, pasando de nueve muertos en 2019 a cuatro este año. Mientras que, en el caso de los peatones, falleció una persona más respecto a 2019, por lo que se han contabilizan un total de 13 fallecimientos en 2023.

No obstante, a pesar de la mejoría en los datos de ciclistas, el Servei Català de Trànsit ha explicado que los colectivos vulnerables (motoristas, ciclistas y peatones) representan un 46% del total de las víctimas mortales de 2023.

Lamiel también quiso informar ayer de que Interior tiene previsto aprobar durante el primer trimestre de este año un nuevo Plan de Seguridad Viaria de Catalunya 20242026. El programa recogerá propuestas de los diferentes departamentos e impulsará cuatro líneas estratégicas de actuación con el objetivo de reducir la siniestralidad un 50% para 2030. ●