Ignacio Elguero «La poesía no hay que buscarla, o llega o no llega»
El directivo de RTVE publica ‘Humano’, el libro que completa su trilogía poética y en el que reflexiona sobre las inquietudes de los individuos
Ignacio Elguero (Madrid, 1964) compagina el frenesí de su actividad como directivo de radio y televisión con la paz interior que da la poesía. Director de Educación, Diversidad Cultural e Internacional de RTVE, se considera periodista de cabeza, filólogo de corazón y músico de sentimiento. Acaba de completar su trilogía de poemas con
Humano (Ediciones Hiperión),
tras publicar Materia y Siempre. Sus libros de poesía llevan una sola palabra como título. ¿De qué va Humano? Es una reflexión sobre la condición humana. Parto de la necesidad de entender el vocabulario de la naturaleza de las cosas. Trato de preguntarme sobre las inquietudes que tenemos. Escojo temas que son pilares básicos de la poesía, como el paso del tiempo, las relaciones paternofiliales, el territorio de la infancia, la condición biológica de las emociones, los miedos ancestrales, el deseo, la naturaleza en relación con el individuo y el olvido. Y, por supuesto, el valor de la palabra poética. Hay un tema que no había tratado: la fe y la razón.
En su libro conviven personajes tan opuestos como Horacio, Plinio, David Bowie, Veronese, San
Lucas... Tengo gran formación clásica, mis hermanos son filólogos. Es clásico el concepto de los grandes autores grecolatinos, pero también la gran literatura, como la Biblia, independientemente del concepto religioso. También me he movido en la modernidad, que es lo que trato de combinar. Bowie, dentro de la música, fue un innovador; para mí, ya es un clásico.
¿Por qué ha estado tantos años sin publicar versos? ¿Es poco inspiradora la realidad? La poesía no hay que buscarla, o llega o no llega. Tengo este libro (33 poemas en 12 años) y más poemas que he ido escribiendo en los últimos años. Conmigo la poesía iba llegando poco a poco. En medio he tenido dos hijas, cargos de responsabilidad directiva, he creado otros proyectos de radio y televisión... Ahora estoy con otro libro de poemas que rompe con la trilogía anterior. Universo es, de momento, el título pensado.
Tiene una novela y varios ensayos, donde parece que la nostalgia habitara su mundo literario. Ser un niño de los 60, un boomer, ¿marca mucho? Sigo prefiriendo el término baby boom que el de boomer. Y sí, utilizo lo que es la memoria y el paso del tiempo; sale muchísimo en mi poesía. Parto de la propia experiencia para trascender
«Utilizo la memoria y el paso del tiempo. Parto de mi experiencia para escribir»
y convertirlo en materia poética. Me interesa tanto que estoy trabajando en un nuevo libro sobre el baby boom y la relación con nuestros hijos; cómo las nuevas tecnologías han cambiado la cultura, el ocio, el entretenimiento, las relaciones padre e hijos, los medios de comunicación… En 50 años, España ha cambiado más que en siglos. Trabaja en RTVE, una corporación llena de despachos, estrés, decisiones... ¿Es la poesía un antídoto contra ese ruido?
Sin duda. La poesía salva, no hay nada que me guste más que leer. Leer poesía es un paso más. Me parece apasionante la capacidad que tiene para alterar las emociones e introducirnos en el mundo de las sensaciones. El trabajo de un directivo es estresante, aunque lo disfruto.
Aclare un poco más su puesto, para los profanos en organigramas complicados. Mi obligación es, por así decirlo, tener buenas relaciones con el periodismo y con las instituciones culturales. Intentar que RTVE participe en los acontecimientos culturales de interés nacional.
¿Cree que los medios miman la cultura y la literatura? Por desgracia, no todos se ocupan como deberían.
¿A qué poetas lee un poeta? Me gusta tanto Luis García Montero como Ángel Valente o Gamoneda. Gonzalo Rojas, Ida Vitale, José Emilio Pacheco, Álvaro Mutis... Claudio Rodríguez me sedujo mucho. La poesía joven española es riquísima. ¿Por qué no se lee más poesía? ¿Es la oveja negra de los géneros literarios? Creo que hay que hacer llegar a los estudiantes una cercanía con la que se identifiquen. Es compatible estudiar a los clásicos y a las grandes generaciones de poetas e ir mostrando lo que escribe la gente de veintitantos años, que hay mucho y muy bueno. ●
«Es compatible estudiar a los clásicos y lo que escribe la gente joven, que hay mucho y muy bueno»