ATHLETIC - BARCELONA
Buscaba el conjunto vasco intensidad desde el inicio, y apenas tardó poco más de medio minuto en marcar. Un balón al área desde la derecha se paseó por el área culé sin que ningún defensa pudiera despejarlo y Guruceta, el más listo, lo aprovechó para marcar.
Volvía a encajar el Barça un tanto en los primeros instantes, algo convertido ya en casi habitual, pero el choque se desarrolló de poder a poder, sin un dominador claro.
No renunció el Athletic al ataque, y en cierta medida lo acabó 4-2
Athletic: Agirrezabala; Lekue (De Marcos, m.90), Vivian, Paredes, Yuri; Prados (Herre- ra, min.90), Vesga (Unai Gómez,m.46; Jauregiza, min.100); Adu Ares (Iñaki Williams, m.59), Sancet, Nico Williams, Guruceta (Villalibre, min.73).
Barcelona: Iñaki Peña; Kounde, Araujo, Christensen (Pau Cubarsí, min.70), Balde (Héctor Fort, min.23); De Jong, Gundogan, Pedri (Sergi Roberto, m.100); Lamine Yamal (Marc Guiu, min.106), Lewandowski (Joao Félix, m.78), Ferran.
Goles: 1-0, m.1: Guruceta. 1-1, m.26: Lewandowski. 1-2, m.31: Yamal. 2-2, m.49: Sancet. 3-2, m.106+: Iñaki Williams. 4-2, m.121: Nico Williams.
pagando. Esta vez, la fortuna estuvo del lado blaugrana cuando tras una contra, el balón se quedó sin dueño en el área y Yuri, al ir a despejarlo, se encontró con
la pierna de Lewandowski. El polaco, muy hábil, taponó el zapatazo del lateral y empató.
Casi a continuación, llegó el golazo del partido. Lamine Yamal mano ante Agirrezabala que no supo aprovechar al cruzar demasiado su ‘picadita’.
El partido se encaminaba a la prórroga, aunque el propio Lamine la pudo evitar. Le robó el balón a un despistado Paredes, regateó al meta y, a puerta vacía, remató alto con su pierna mala, la derecha. En algo se tenían que notar sus solo 16 años.
En el tiempo extra, fue mejor el Athletic, quizás menos fatigado, quizás por el empuje de un San Mamés que rugió como en las grandes noches. Iñaki Williams, que unas horas antes estaba en África, recogió un balón a medida, lo estrelló en el palo y en el rechace marcó.
El Barça estaba desfondado, sin capacidad de reacción, y siempre pareció más cercano el cuarto del Athetic que el empate. Y llegó con un golazo de Nico, que se unió a la fiesta de su hermano para meter a los vascos en las semifinales. ●