El Govern asegura el agua de boca y para los hoteles a pesar de la emergencia por sequía
REUNIÓN La Comisión Interdepartamental decidirá hoy si se activa esta fase finalmente MEDIDAS La vicepresidenta Vilagrà descarta tener que suspender «cualquier actividad» PROPUESTA Los centros deportivos plantean duchas de tres minutos para evitar cortes
La vicepresidenta de la Generalitat, Laura Vilagrà, garantizó ayer que «el agua de boca no faltará» en Catalunya ante la posible declaración de emergencia, que podría acordarse en la reunión de la Comisión Interdepartamental de Sequía que se celebra hoy mismo y que entraría en vigor el viernes, tras su publicación en el Diari Oficial de Catalunya.
La número 2 del Govern lamentó que, durante esta fase, se tendrá que recurrir a «medios inéditos» en la comunidad, pero descartó la posibilidad de cortar el suministro a infraestructuras hoteleras si la situación se prolonga en el tiempo. En una entrevista en RNE, Vilagrà también dijo, en cualquier caso, que las medidas excepcionales que haya que adoptar «se explicarán en su momento para hablar de certezas y no de especulaciones», aunque no descartó la posibilidad de tener que recurrir a la «compra de agua». Entre las posibilidades, volvió a nombrar el transporte en barco.
Respecto al impacto de la sequía en el turismo, garantizó que «no se cerrará ninguna actividad» y adelantó que se «reducirá el agua que usan en estos momentos». En este sentido, aseguró que el propio sector ha propuesto medidas en algunos casos.
«Queremos que todo el mundo sea muy responsable y gaste menos agua», indicó la dirigente, que puso como ejemplo el caso de las piscinas que pueden regenerarla. «Estamos previendo medidas compensatorias para valorar la pérdida de agua que puedan tener eventualmente, y tenemos encima de la mesa unas medidas que no supongan cerrar nada e impacten lo mínimo posible», argumentó Vilagrà.
Ante las críticas por la tardanza en declarar la emergencia, la vicepresidenta de la Generalitat afirmó que el Ejecutivo catalán lleva tomando «decisiones importantes» durante dos años y que estas han permitido «alargar la situación». Sin embargo, sí admitió que, en la actualidad, Barcelona y parte de Girona se encuentran en un estado crítico.
«Tenemos que tomar medidas más contundentes y la ciudadanía podrá llegar hasta 200 litros por persona y día, que en muchos municipios lo cumplen a rajatabla», señaló. Rechazó, eso sí, que en el caso de incumplirse estos límites puedan producirse cortes de suministro: «Lo que estamos haciendo es sancionar a aquellos
Los campesinos del Baix Llobregat, sobre todo los que se abastecen del agua del Canal de la Dreta del río Llobregat, ven el futuro con «preocupación». Una vez se entre en emergencia por sequía, recibirán al agua para regar de la estación depuradora de aguas residuales (EDAR) de Sant Feliu de Llobregat que, por su alta salinidad, no es apta para muchos cultivos. Podría ser, apuntan, «la estocada final» para algunos. ●
ayuntamientos, industrias y personas que no cumplen», argumentó, para recordar después que se ha procedido ya a rebajar «la presión del agua y controlar mucho más».
Vilagrà reconoció que será necesario solicitar ayudas al Gobierno para financiar infraestructuras y no descartó tampoco solicitar, como ha hecho Andalucía, que Bruselas active el Fondo de Solidaridad de la Unión Europea ante la catástrofe por sequía.
En otro orden de cosas, más de 40 centros deportivos de Barcelona propondrán a sus usuarios ducharse en tres minutos para reducir el consumo de agua a partir de la semana que viene. Además, los pulsadores de las instalaciones durarán 15 segundos en total para facilitar la rapidez.
Las medidas parten de la asociación de entidades de gestión de instalaciones deportivas públicas (Gestiona) y pretenden un ahorro de hasta nueve litros de agua por minuto. Así, dentro de una campaña que han puesto en marcha bajo el nombre de «Cada gota de agua resta», colocarán dosificadores en los centros deportivos y repartirán 1.000 más a los usuarios para que puedan ponerlos en sus domicilios y ahorrar.
Su presidente, Josep Viladot, tildó ayer de «chiste» y de «improvisación»
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la iniciativa que propuso el Govern de cerrar las duchas de instalaciones deportivas públicas una vez se declare la emergencia. A su parecer, no ayudará al ahorro de agua, porque las duchas en casa son más largas y el caudal de agua en los domicilios es mayor.
Asimismo, el responsable de los centros públicos deportivos catalanes se refirió también al impacto económico que pueden sufrir sus negocios por las restricciones, que situó en un 20%. «Si la gente no se puede duchar, habrá bajas», aventuró Viladot. Gestiona presentará las medidas de la campaña hoy en una reunión con el conseller de Acció Climàtica, David Mascort. ●