Mario Garcés
‘Fotur’
Si comprimiéramos la historia de la huma- nidad en un solo año natural, los últimos 50 años de vida en el planeta se converti- rían en un nanosegundo. Pues bien, ese lapso pírrico de tiempo, en el que vivimos pe- ligrosamente, abarca el mayor cambio civilizatorio de la es- pecie humana de todos los tiempos. El gran leviatán tec- nológico ha transformado al Homo erectus en un concur- sante de La isla de las tenta- ciones o en cualquier medio- cre ahíto de fotografías para ilustrar sus intimidades en su móvil. Cada ser humano tie- ne un Narciso vocacional en su interior y las nuevas tecno- logías han provocado que la vanidad enardecida se propa
El trasiego de fotografías demuestra que hay muchos seres carentes de afecto y comprensión
Fitur se ha convertido en la gran Feria de las fotografías de los políticos tunantes
gue como un virus por la rea- lidad paralela de las redes so- ciales. El siglo XXI es definiti- vamente el siglo de la estupidez, una almadraba donde muchos seres huma- nos se comportan como atu- nes aturdidos que compiten por ver quién es más tonto.
El trasiego a tutiplén de fotografías en redes demuestra, psiquiátricamente, que hay muchos seres carentes de afec- to y comprensión. Los hay que, una vez que suben un autorretrato, se dan un like a sí mismos, un ejercicio íntegro de autosatisfacción. Los hay que, como yonquis digitales, tienen que exhibir diariamente una colección de imágenes estomagantes para hacer valer proezas menores en busca de un reconocimiento a escala de sus carencias emocionales. Una hoguera de vanidades que nos ha devuelto a las cavernas, de donde alguno no debería haber salido nunca.
A propósito de todo esto, la semana pasada concluyó
Fitur, convertida taumatúrgicamente en ‘Fotur’, la gran Feria de las fotografías de los políticos tunantes. Algunos de ellos madrugaron, excepcionalmente, para obtener una. Para ello, hay que conocer previamente cuándo va a pasar el líder del partido por el estand. Una vez que ese hecho prodigioso ocurre, es esencial arrimarse físicamente al presidente, pues la proximidad, como en el orden bíblico, es señal de poder. Tras posicionarse, boca abierta, dientes en formación y pulgar en alto hacia la cámara. Ya está obtenida la instantánea y consumado el trabajo del día. No hay otra cosa que hacer por hoy. Al fondo, el nombre de cada comunidad autónoma.
La pregunta es si esos políticos han servido por un día a su tierra o se han servido una vez más de ella para medrar. Y la respuesta la dio una vez Antonio Gala cuando le invitaron a participar en un acto de promoción de la candidatura de Córdoba para ser designada capital de una mamandurria europea. Allí andaba yo para escuchar al andaluz decir, para desconcierto de la tropa de ganapanes políticos: «Córdoba, la única e irrepetible. Hermosa como ninguna otra. ¿Cómo se os ocurre subastarla como una prostituta?». Pues eso, eviten los like. No se los merecen. ●
Después del espectáculo con respecto a la amnistía, la propuesta ha sido devuelta a los toriles. Se están vertiendo múltiples interpretaciones sobre la faena, pero la conclusión es clara: Puigdemont jamás respaldará una medida de gracia a la que él mismo no pueda acogerse aunque su decisión perjudique a cientos de independentistas que se iban a amparar en ella. Aunque soy poco dada a alardear de aciertos en mis pronósticos, me incluyo entre las que esa misma mañana defendían que el prófugo de Waterloo rechazaría la proposición de ley si no amparaba el «terrorismo malo» y la traición.
Por otro lado, a mi juicio, el PSOE no se podía permitir ceder tan pronto a sus pretensiones en plena plaza en vísperas de unas elecciones en Galicia en las que Feijóo se la juega; y de una reunión en Bruselas con el comisario de Justicia. La mejor opción no era otra que la devolución de la ley a la Comisión de Justicia, como así fue, y con ello, vuelta la burra al trigo.
Retornando a Puigdemont, no es extraño que un presidente que proclama una república, al minuto la suspende y luego se da a la fuga dejando a sus compañeros empantanados repita ahora la fechoría y rechace una medida que iba a beneficiar a estos últimos, pero no a él. Lincoln decía que no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo y así es. Los apoyos de Puigdemont están decayendo y residir en Bélgica es costoso.
A mi entender, es difícil que el prófugo se libre de los jueces españoles. Con todo ello, nos esperan unas semanas de gloria mientras los Presupuestos aguardan en un cajón y las autonomías se encomiendan al Santísimo para que las concesiones al independentismo les salgan lo menos caras posible. ●
Alejandro Sanz viendo cómo el cambio climático ha llenado de primaveras este enero. @CarlWinslou
¿Sabéis por qué los peluqueros son las personas más de fiar del mundo? Porque el que alisa no es traidor. @heladarendelle