Descarrila un tren en un punto negro por caída de rocas en Vacarisses
Afectó a la R4, no hubo heridos pero sí retrasos. En 2018 hubo un fallecido por otro desprendimiento
Nuevo descarrilamiento de un tren en Vacarisses por un desprendimiento de rocas. Sucedió ayer a las 7.45 horas entre las estaciones de este municipio y Castellbell i el Vilar, y afectó a un convoy de la línea R4 de Rodalies. El accidente se produjo a solo tres kilómetros de un punto en el que en 2018 tuvo lugar otro descarrilamiento por un desprendimiento, que dejó un muerto y 44 heridos.
La caída de piedras de ayer, por la lluvia, provocó la salida del primer eje del convoy, un incidente considerado leve. Los 37 pasajeros del tren resultaron ilesos, pero el incidente hizo que la circulación estuviera cortada una hora en ambos sentidos, a petición de los Bombers de la
Generalitat. Luego, la R4 discurrió por vía única en el tramo afectado. Esta situación provocó retrasos en esta línea, en los trenes con origen o destino Manresa, y también en la R12.
Los bomberos activaron tres dotaciones para evacuar el convoy y transbordaron a los 37 viajeros a otro tren para que pudieran continuar su trayecto hacia Barcelona, después de permanecer algo más de una hora en el convoy accidentado.
Técnicos de Renfe lo retiraron pasadas las 15 horas, tras lo que otros de Adif siguieron trabajando todo el día en la reparación de la infraestructura.
En el punto donde se produjo el suceso hay una malla de protección. Según el portavoz de Renfe, Antonio Carmona, su existencia «minimizó» el impacto de la caída de las rocas ayer. Carmona también recordó que, tras el suceso de 2018, se realizaron obras de emergencia en la zona por valor de ocho millones de euros. Apuntó, asimismo, que hace poco se anunciaron trabajos a un kilómetro del desprendimiento de ayer, donde se colocará una nueva malla.
Por su parte, el alcalde de Vacarisses, Antoni Masana, pidió a Renfe más inversión en mantenimiento en la zona para evitar accidentes ferroviarios y recordó que en los últimos años ha habido tres en el municipio, entre los que se encuentra el que dejó una víctima mortal en 2018.
«Es una zona en la que hay una trinchera abierta y necesita mucho mantenimiento, porque cuando llueve un poco las consecuencias son estas», dijo a Catalunya Ràdio.
«Se tiene que invertir el doble que en otros lugares», afirmó, y añadió: « Hoy ha pasado esto, pero si el desprendimento es más grande y el tren acaba descarrilando, podría haber una víctima».
Masana explicó que le llamó por teléfono un responsable de Renfe, al que pidió «que hagan mucho mantenimiento», y que la Generalitat le aseguró que velan porque la compañía ferroviaria lo lleve a cabo. ●