Joaquim Coll
La última mentira de la amnistía
Habrá ley de amnistía, el preanuncio fue realizado por el pro- pio Carles Puigde- mont en la última reunión del fantas- magórico Consell de la Repú- blica. Muy pocos en el mundo independentista habrían en- tendido un rechazo cuando el beneficio para decenas de per- sonas con juicios pendientes es indudable. Además, en ju- nio hay europeas y Junts ne- cesita presentarse como una fuerza radical, pero no intran- sigente. El fugado a Waterloo volverá a ser candidato, y la amnistía será su trofeo, sin re- nunciar a la promesa de poner en «práctica» la unilaterali- dad. Por su parte, el PSOE lle
Al Gobierno le urge cerrar ya la carpeta de la ley, cuya inmoralidad se intenta externalizar
La Comisión de Venecia no solo duda del fondo de la ley, sino que cuestiona la forma
va meses tratando a Puigde- mont en condición de ‘presi- dent’ y ‘exiliado’ porque la amnistía es la condición pa- ra que Junts siga apoyando al Gobierno y haya Presupues- tos. Sánchez necesita transmi- tir que la legislatura sigue vi- va en un momento de «crisis y angustia», como lo ha descri- to el socialista aragonés Javier Lambán, tras el varapalo de las gallegas y el serial del es- cándalo de corrupción Koldo/Ábalos.
Al Gobierno le urge cerrar ya la carpeta de la amnistía, cuya inmoralidad se intenta externalizar afirmando que el PP también la otorgaría si le fuera necesario, o haciendo pasar el preliminar informe de la Comisión de Venecia como un aval a la ley, cuando no es así. Veloz fue el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, en dar esa interpretación a partir de algunos titulares de la prensa amiga. El dictamen, todavía provisional, pero que se filtró a los medios, no rechaza la amnistía en abstracto como fórmula para la reconciliación y la restauración de la paz social. Ahora bien, pone en duda que eso suceda en España, tanto por la situación que ha llevado a proponer esa concreta ley de amnistía, es decir, a cambio de la investidura de Sánchez, como por el enorme debate y la fuerte división sociopolítica que ha generado. Otros aspectos importantes que el informe señala, pero que el Gobierno y los independentistas han ignorado, son la asunción de responsabilidades por parte de los que van a beneficiarse, que siguen sin arrepentirse de nada ni pedir perdón, y el no-lugar en el que quedan los catalanes no separatistas, cuya exclusión evidencia que es una amnistía sin reconciliación, fruto de una componenda.
La Comisión de Venecia no solo duda del fondo de la ley, sino que cuestiona abiertamente la forma. La vía de urgencia no es la más adecuada para el objetivo que dice perseguir. Aún más, el dictamen propone que antes debiera efectuarse una reforma constitucional a fin de que no haya dudas sobre su encaje. Por tanto, lejos de avalar la amnistía para Puigdemont, la pone en cuarentena. Pero como la verdad no importa, y la ley llega a su recta final, desde el coro gubernamental se insistirá en que supone un espaldarazo. ●
Este invierno nos ha dejado tan acalorados como boquiabiertos: 30 grados en Málaga en diciembre, 32 en Valencia en enero. El tiempo está loco, confirman las recién caídas nieves a las puertas de una primavera en donde marzo ha torcido el rabo. El cambio climático está aquí, más rápido y duro de lo esperado, más desorganizador, llevándose por delante cosechas enteras, activando alertas de sequía donde siempre hubo agua abundante, matando de sed a bosques enteros, provocando éxodos de refugiados climáticos.
Las plantas están despistadas, desorientadas. Unas florecen antes de tiempo, demasiado pronto; otras no florecen porque no llueve. Les pasa lo mismo a los animales. Hemos descuadrado todo el calendario de la naturaleza, pero lo peor no es este desajuste de estaciones. La auténtica tragedia es la pérdida galopante de biodiversidad: el 85% de los hábitats españoles y el 63% de sus especies están en peligro.
El campo se está quedando vacío, sin gente en el mundo rural, sin criaturas salvajes en el mundo natural. Esta tendencia pone en peligro las economías, pues por muy urbanos que nos consideremos necesitamos estaciones, lluvia, campo, naturaleza para garantizar nuestro futuro, pues son recursos imposibles de fabricar.
Es la primavera silenciosa de la que nos advertía hace 60 años la bióloga Rachel Carson, pero en realidad nos enfrentamos a una primavera silenciada, sin voces. El coro de aves y de insectos no deja de menguar. Sus poblaciones son cada vez menos numerosas; algunas directamente se han extinguido. Gritan, pero no las escuchamos. Confiamos en la tecnología, pero luego cae una tormenta, una nevada, una inundación y descubrimos nuestra extrema fragilidad. Y nuestra patética soledad. ●
–Adopté el perro en una pequeña isla griega. –¿Ítaca? –Qué va, es muy bueno. @LarryWalters_
–He despedido al representante de New Jersey. –¿Por qué? –No me quedaba bien. @AzulWorow