Mario Garcés
Arquímedes español
Hace algunos años a un político vasco aposentado en este momento en el Congreso de los Di- putados se le pre- guntó si sabía qué era el prin- cipio de Arquímedes. Ni cor- to ni perezoso, contestó: «Pues depende de cuál de ellos». No es preciso facilitar el nombre del ilustrado polí- tico, entre otras cosas porque probablemente más de la mi- tad de los parlamentarios ig- noran el alcance de este prin- cipio, a pesar de que parte de su profesión consiste en flo- tar. Es posible que desconoz- can también que el entusias- mado físico de Siracusa, des- nudo, exclamó el primer
Más de la mitad de los parlamentarios ignoran el alcance del principio del físico griego
Todo partido sufre un empuje hacia arriba proporcional al rechazo que provoca su rival
«eureka» de la historia de la humanidad. Eureka no es euskera por mucho que exis- ta una relación fonética con la que dicen es la lengua más antigua de Europa. Eureka es el grito de satisfacción que ex- clama algún candidato la no- che de las elecciones cuan- do comprueba que ha sido elegido y que tiene asegurada la manduca durante cuatro años más.
Pues bien, para los aficionados a la ciencia, hoy día 14 de marzo, día del número pi, concurren varias coincidencias científicas más propias de la cábala que del conocimiento técnico. Por un lado, tal día como hoy nació Albert Einstein, el mismo que sale en la oscarizada Oppenheimer interpretado por Tom Conti. Suya es la frase: «Una hora sentado con una chica guapa en el banco de un parque se pasa como un minuto, pero un minuto sentado encima de un hornillo encendido parece una hora». Así fue como definió la teoría de la relatividad, que bien podría servir a algún político mediocre cuando tiene que dar respuesta a alguna pregunta incómoda. Pero es que, para mayor abundamiento, en este día de marras murió Stephen Hawking, que logró sobrevivir más de 50 años a su ELA, la misma enfermedad que, al parecer, será objeto de atención integral en una ley tras la llamada de atención de las últimas semanas. Y como en España no podemos ser menos, tal día como hoy nació y murió Félix Rodríguez de la Fuente, del que algunos políticos con cierta edad también aprendieron el arte y la técnica de sobrevivir en el bosque entre lobos.
Pero regresando a Arquímedes, la política española es el paradigma perfecto de su principio científico porque todo partido político sufre un empuje hacia arriba proporcional al rechazo que provoca su rival. La indignación es ‘arquimédica’ porque cuando se sumerge a tu contrincante en aguas turbias, se desaloja una masa de agua que permite que, por el contrario, crezcas a su costa. Y así llevamos 40 años, con la manía además de escupir al cielo y sentir el abrumador peso de la ley de la gravedad sobre todos nosotros. Política a ras de suelo. ●
Percibo en un amplio sector de la población contrario a la amnistía cierto optimismo con respecto a las actuaciones de la justicia europea para frenar esta medida de gracia, en el sentido de que desde allí se subsane la proposición de ley que saldrá del Parlamento español en no mucho tiempo.
Esta parte de la ciudadanía parece haberse olvidado del periplo judicial que ha acaecido con Puigdemont desde 2017 en Europa, donde se le detuvo en varias ocasiones y se entregó él mismo en una, pese a lo cual sigue campando a sus anchas por el Parlamento Europeo, donde está a la espera de si finalmente se le retira la inmunidad o no mientras negocia medidas de gobierno con dirigentes españoles.
Viendo lo acaecido, es de esperar que los acusados por el procés salgan amnistiados por mucho que se eleven cuestiones prejudiciales al Tribunal Superior de Justicia de la UE. Primero, porque una vez planteada una cuestión de este tipo se paralizará la amnistía automáticamente, pero también las órdenes de detención vigentes que pesan sobre los afectados y, en segundo lugar, porque no tengo muy claro que una vez que se resuelvan estos planteamientos, Europa dé la razón a los tribunales españoles.
De lo que sí estoy convencida es de que Puigdemont retornará a España, probablemente coincidiendo con las elecciones europeas, al estilo del film Bienvenido Míster Marshall y, ya de paso, aprovechará para hacer campaña pidiendo la independencia. Llegados a este punto, la UE se tendrá que replantear la circunstancia de que si existe libertad de movimientos entre Estados, deberían resolverse automáticamente a favor de los mismos las órdenes internacionales de detención. Lo contrario es pura contradicción. ●
@JoeDiFalco2
–Camarero, este tiramisú es exquisito, ¿no le parece? –Y tanto, caballero, antes era un mascarpone, un quisito suavi y agradibli. @Mine_Jam_
–Soy una persona que se ha hecho a sí misma. –Pues tenías poco presupuesto, ¿eh? @ABCdarias