La voz de las niñas españolas, en la pluma de la periodista Lydia Cacho
Lydia Cacho, periodista mexicana, sabe lo que es el machismo. Lo ha vivido en sus carnes. Secuestrada, torturada, amenazada de muerte... es una de las principales investigadoras y responsable del encarcelamiento en México de poderosos empresarios y políticos implicados en una trama de prostitución infantil. Eso la sentenció al exilio. Toda su historia puede verse en la obra teatral La infamia, en gira, y que estuvo recientemente en el Teatro del Soho CaixaBank en Málaga.
Afincada en España, durante años ha entrevistado a menores de entre 11 y 18 años acerca de sus sueños, sus aspiraciones, sus miedos, sus reivindicaciones, su identidad sexual y el feminismo. También entrevistó a hombres, para conocer su perspectiva sobre circunstancias y realidades que afectan a las mujeres. Sus conclusiones, con tono periodístico y ameno, como de testigo de la realidad, han acabado recogidas en su nuevo libro, Rebeldes y libres: si el feminismo no es de todas, no es de ninguna. «A finales de 2019 comencé a escuchar a las hijas de mis amigas españolas y a hacerles preguntas, porque así somos los periodistas», cuenta Cacho sobre el origen de este libro. Se puso a ello y decidió hablar «con niñas de toda España, de diferentes estatus socioeconómicos y culturales y por supuesto de otros orígenes».
«Aprendí que es muy impresionante el logro de la transformación cultural en España que ha logrado el feminismo, porque las niñas tienen un discurso superclaro respecto a sus derechos y libertades», expone la periodista, que, no obstante, hace ver que «cuando tienen que aplicarlo a la vida real, como nos sucede a todas y a todos, entonces se complica todo, porque los patrones culturales generales no han cambiado y se enfrentan a eso».
La diversidad de las entrevistadas le ha hecho ver que «las chicas privilegiadas, digamos de clase media o media-alta española,
DIVULGACIÓN Rebeldes y libres Lydia Cacho Esfera de los libros, 2023 248 páginas. 18.90 €
evidentemente dan por hecho sus derechos y su acceso a la igualdad, mientras que las niñas que viven en situación de pobreza, de exclusión, o de racismo sienten que están en un país muy adverso». Este último colectivo «siente que son excluidas y que no solo tienen que dar la batalla contra el machismo, sino también en contra del racismo y de la exclusión de las feministas blancas españolas», asevera. De ahí el subtítulo del libro: «Si el feminismo no es de todas, no es de ninguna».
Y no solo es de ellas. «Desde niña entendí que la violencia [del machismo] afecta a las niñas y a los niños por igual. Nunca sentí que el feminismo era exclusivamente un movimiento de las mujeres. Es de las mujeres para las mujeres y con los hombres y para los hombres», asegura.
«Una de las trampas del patriarcado y ahora, a los 60 años, lo tengo más claro que nunca, es colocarnos en el lugar en que tenemos que defender la rabia como instrumento», dice sobre algunas corrientes del feminismo. «Hay mucha irritabilidad social, hay mucha confusión, una gran cantidad de personas ignorantes que tienen mucho poder político y poder mediático, que están tratando de descomponer este diálogo», hace ver la investigadora, que es «optimista» por los cambios sociales que ha logrado el feminismo, aunque vigilante por cuestiones como «la violencia sexual que puede aumentar exponencialmente», en parte por las ideas equivocadas que da a los jóvenes el porno, una industria que ella ya está investigando. ●