Luis Algorri
Ya ha empezado
Sabíamos que iba a ocurrir, lo esperába- mos. Pero no tan pronto. Técnicamente al menos, las primarias republicanas no han terminado, aunque Trump es ya el único candidato y la convención de su partido, en julio próximo, será algo parecido a la Madrugá de Sevilla, con este señor dando vueltas por Milwaukee, a hombros de sus costaleros.
Quiere esto decir que queda bastante para que terminen oficialmente las elecciones internas en cada partido. Pero estaba muy claro que Trump iba a utilizar la misma estrategia que hace cuatro años: decir
Aunque la convención republicana no será hasta julio, Trump es ya el único candidato
El expresidente está repitiendo la misma estrategia de 2020: si no gana, es fraude
Los tribunales han probado que el magnate estuvo detrás del asalto al Capitolio
que, si no gana él, es que ha habido fraude, robo, que no vale. No ha empezado exactamente así; lo que ha dicho es todavía peor, que si él pierde habrá un «baño de sangre». En teoría se refería a una zona industrial en la que se fabrican automóviles, pero ni que fuera tonto este tipo: sabía perfectamente que la frase iba a interpretarse como él quería.
Este individuo es el responsable directo, el instigador probado de un intento de golpe de Estado en su país: el del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. Tiene unos 90 cargos criminales abiertos, cuatro de los cuales le impedirían presentarse a la presidencia. Pero tuvo buen cuidado, durante su terrible mandato, de alterar la mayoría en el Tribunal Supremo, que ahora está a su favor, y todos esos procesos están destinados a embarrancar en los arenales del Alto Tribunal.
Salvo milagro, no se puede hacer nada. Trump se presentará a las elecciones de noviembre con el infantil afán de venganza que le caracteriza. El mundo entero corre el riesgo de que este desquiciado se convierta en el segundo presidente de su país que protagoniza dos mandatos no consecutivos, después del hoy olvidado Grover Cleveland, a finales del siglo XIX. Nadie más ha tenido la desfachatez de volver a presentarse después de que los electores le hayan echado de la presidencia.
Ya ha empezado Trump con su agresión mussoliniana al sistema electoral… y al sentido común. Si es elegido, este hombre, el primero que pone en verdadero peligro la democracia norteamericana desde la guerra civil (1861-1865), dejará que Putin derrote a Ucrania, se cargará la OTAN, hará todo el daño que pueda a la Unión Europea y convertirá a EEUU en algo muy parecido a una autocracia, en la que el único poder sea el suyo.
Todo esto lo sabemos. Pero a nosotros no nos dejan votar. Nunca nos han dejado. Eso sí, las consecuencias las sufriremos todos. ●
La soledad no deseada es considerada un problema por el 80% de la ciudadanía. Este hecho muestra hasta qué punto nos hallamos ante un problema social, un problema que nos interpela a todas y todos como miembros de la comunidad. En contra de lo que se suele pensar, el grupo de edad que dice sentir más la soledad sin desearla es el comprendido entre los 16 y los 24 años. Precisamente, el suicidio es la segunda causa de muerte entre los y las jóvenes entre 15 y 29 años. No es casual.
Las personas que padecen soledad no deseada la sienten una media de seis años. Imagínese, lector o lectora, sentir durante seis años la tristeza, la pena, la angustia, el llanto en soledad. Imagínese seis años de tedio, de vacío, de sinsentido. Seis años de sobrevivir a la vida en soledad. Una soledad que no se desea, que no se escoge. Como no se escogen las condiciones materiales de vida.
En efecto, recientes investigaciones vinculan la soledad no deseada a la capacidad económica, al nivel de estudios, a la orientación y la identidad sexual, al origen, a la raza, a la etnia, a las diferentes capacidades. Y, una vez más, la soledad indeseada y sentida por el otro nos interpela porque nos muestra que está vinculada a nuestra visión del mundo, a nuestro modelo de sociedad.
Es fácil decir que se debe luchar contra la soledad no deseada, pero difícil promover las condiciones de vida necesarias para prevenirla: incrementar el Salario Mínimo Interprofesional, subir las pensiones, controlar el precio de los alquileres o luchar contra los discursos de odio son solo algunos ejemplos de políticas públicas que deben promoverse para combatir la soledad no deseada.
Políticas públicas que impactan en la vida cotidiana de las personas, políticas transformadoras, políticas que son la verdadera política. ●
–¿Qué lleva en las maletas? –Van cargadas de ilusión. –Pues parece coca. @carjavi72
–Papá ¿qué es un final feliz? –Cuando en el cuento, tras una trama dramática, las cosas acaban bien para los protagonistas. –¿Y un completo? @Francisk1t0