Joaquim Coll
España, federal o disfuncional
La exigencia de un pac- to fiscal para Catalu- ña que se parezca al cu- po vasco, por parte de los partidos soberanis- tas desde Artur Mas (CDC), hace más de una dé- cada, hasta Pere Aragonès (ERC), es una excelente opor- tunidad para tomar concien- cia del problema de fondo que arrastramos, que no es otro que el modelo de Estado. La España autonómica es disfun- cional porque las indetermi- naciones con las que nació en 1978 se han resuelto en mu- chos casos a través de negocia- ciones bilaterales, que han res- pondido al intercambio de fa- vores políticos. Básicamente a la compra de votos a las fuer
Las sucesivas renovaciones del cupo vasco se han saldado con acuerdos escandalosos
La desvinculación de Cataluña del modelo de financiación impactaría muy negativamente
zas nacionalistas/separatistas a fin de aprobar los Presupues- tos o determinadas leyes por parte de los dos grandes parti- dos. En el campo de la finan- ciación autonómica, las su- cesivas renovaciones del cupo vasco se han saldado con acuerdos escandalosos, con una rebaja de la aportación de las haciendas forales al sostenimiento de los gastos del Es- tado. El resultado es que hoy la ciudadanía vasca apenas contribuye a la solidaridad interterritorial, y disfruta de una sobrefinanciación per cápita de sus políticas sociales, educativas o sanitarias.
Para Euskadi (y Navarra) funciona un modelo confederal único en Europa, que envenena la cuestión, pues se convierte en el espejo para los independentistas catalanes. El debate sobre las balanzas fiscales promovido desde hace años por los sucesivos gobiernos de la Generalitat persigue esa financiación propia que partiría de la recaudación de todos los impuestos. La petición, no obstante, se envuelve con una promesa de ‘generosa’ cuota de contribución territorial, como ya planteaba Mas en 2012 y ahora también Aragonès, lo que indirectamente evidencia la insolidaridad del cupo vasco para enfado del PNV. La desvinculación de Cataluña del modelo común de financiación impactaría muy negativamente en la hucha común, pues junto a Madrid y Baleares aporta más que recibe. Que los ricos contribuyan más no tiene nada de malo, es lo progresista y así funciona tanto en la declaración de renta que ahora liquidaremos individualmente con Hacienda, como a nivel de la UE, donde hay Estados que contribuyen más que otros.
El problema de fondo que arrastramos es de modelo. El autonómico, que estuvo bien durante décadas, se ha vuelto disfuncional, y solo una reforma federal permitiría dotarnos de una identidad territorial fundamentada en la cogobernanza, la solidaridad y la lealtad. El federalismo incorporaría también criterios específicos en la financiación, como obligar a los territorios forales a contribuir en base a su riqueza y reforzar la responsabilidad fiscal de los gobiernos autonómicos y el respeto final al principio de ordenación entre autonomías para evitar agravios territoriales. ● olanda Díaz es como el Espíritu Santo, con perdón a los creyentes, con la diferencia de que ella no descansa en su empeño por dejarse ver. No importa ni dónde ni cuándo, lo mismo exhibiendo su fervor cristiano visitando al Papa para animarle a superar sus achaques de salud que recordándonos que Karl Marx es su maestro ideológico y guía político comunista. Entre tanto, encuentra tiempo para escaparse unos días a Washington, no vaya a ser que Donald Trump vuelva a la Casa Blanca y no le haya cumplimentado diplomáticamente antes de que lo haga el ministro de Exteriores.
Tampoco rechaza darse una vuelta por la calle Serrano, seguramente para comprobar que los ricos continúan empeñados en vestirse en las boutiques de moda mientras injustamente los proletarios apenas pueden comprar en las rebajas. Pero esto de la desigualdad es algo que su cultura matemática, lejos de disuadir, impulsa su ambiciosa carrera política con vistas a conquistar el poder. Lo suyo es sumar, sumar votos y devotos para seguir escalando peldaños en la carrera por las vicepresidencias monclovitas.
Sumar y sumar, sí, ese es el camino que ofrece la vida para triunfar y en el que no ha tenido suerte, ya que se estrenó con el mal augurio de no haber inaugurado la suerte aritmética en el pueblo gallego que la vio nacer. Sus paisanos no se han mostrado muy dispuestos a ayudarla en el empeño. La gente es así: nadie es profeta en su tierra y una decena de votos arriba o abajo no van a ninguna parte.
Para ella ha sido un estímulo. Algunos de su entramado partidario utópico en el reto por sumar han empezado, además, a enseñar los dientes. No están de acuerdo con el reparto de los beneficios que emanan del apoyo a la ambición de Pedro Sánchez. Y ella repartirá generosamente el protagonismo que disfruta reintegrándole su lugar a IU, a Más Madrid y a Comunes. Con el resto ya se verá. La solución es fácil: por sumar se empieza, ahora toca dividir. ● clickbait
@AzulWorow
–Te dejo, estoy harto de tus comparaciones absurdas. –Vaya, me siento como una albóndiga azul. @T_Stockmann
–¿Por qué no contestas mis mensajes? –Porque han cerrado Telegram. –Es en WhatsApp. –Ah... @NadimRevuelta