Yenesi «El arte ‘drag’ entretiene y da lecciones de tolerancia»

Tras una inesperada y no pretendida viralidad, esta artista drag ha comenzado a conquistar espacios: música, pódcast, desfiles, redes...

Canta, baila, actúa, hace humor... «Una artista multiservicio», como ella se define. Pero, sobre todo, Yenesi es toda una estrella drag de las redes, donde ha ganado una rápida popularidad en apenas unos años. «Unas patatas tres salsas, de repente» es la frase que más se podría relacionar con esta asturiana de 22 años, una expresión de uno de sus vídeos en el que hace de camarera. Sin pretenderlo ni esperarlo, se hizo viral debido a su naturalidad y comicidad, abriéndole las puertas de pódcast, photocalls, bolos, proyectos musicales y demás colaboraciones.

¿Cuándo nació Yenesi como artista?

Yo siempre he seguido a travestis, pero sin saberlo: Supremme de Luxe, La Prohibida, Kika Lorace, Pupi Poisson... Veía sus vídeos musicales, pero tampoco iba más allá ni me planteaba qué eran. Y luego, cuando empecé a ver RuPaul’s Drag Race con unos 14 años, empecé a hilar: ‘Ah, que estas son como las artistas que yo veo que me hacen tanta gracia y me gustan sus canciones. Entonces esto lo hay en España, puedo ser una chula como las de Estados Unidos’. Luego, cuando empezó el programa en 2021 en España vi la cantidad de artistas que había aquí y, como se les empezó a dar más visibilidad, me puse yo también. Tuve varios. Primero unas imitaciones que hice en mi casa la primera vez que me maquillaba con mi tono, porque antes me pintaba la cara de blanco y me hacía cosas más raras. Luego fue el vídeo de las ‘patatas tres salsas’, que se hizo bastante viral. A raíz de eso y de más cosas, me invitaron al pódcast Reyes del Palique, que fue un boom tremendo. Y, desde entonces, estoy yendo a otras cosas, a La Pija y la Quinqui, estoy hablando con plataformas para hacer cosas guays, estoy colaborando con artistas que me gustan musicalmente...

¿Qué vídeos fueron un boom

para su popularidad? ¿Cómo gestiona la repercusión?

Lo principal es intentar sacar provecho de todo, porque no sabes cuánto te va a durar, cuándo la gente se va a cansar de ti, cuándo te vas a cansar tú o cuándo te pueden cancelar por algo. Entonces voy a aprovechar todo. Siempre con buena visión de futuro, pero que tampoco sea el cuento de la lechera.

¿De dónde viene su nombre?

Yenesi es una muñeca que me compré en un bazar, ya siendo mayor. Le quité la cara, le puse una como de travesti cutre y mal hecha y luego tuve que hacerle un anuncio para un trabajo de informática. Ahora soy yo la muñeca. Empezó siendo un juguete y ahora es de verdad, como Pinocho, e igual de mentirosa (ríe).

¿Siempre quiso dedicarse a esto?

Sí, aunque luego hice Magisterio. Pero solo un año. Era con lo que me daba la nota, pensaba que sería fácil. La Primaria la tengo, entonces lo que es volver a aprenderlo es fácil (ríe). Pero luego suspendí un montón. Los exámenes finales me cuadraron con el primer bolo en el que tuve que venir a Madrid, así que dije: ‘El examen lo puedo recuperar, siempre hay más convocatorias, pero el bolo...’. Era una experiencia única que no podía desperdiciar, la Shantay Party, una fiesta que organizaba Atresmedia, Drag Race España y Locamente. Así que lo siento, pero al examen le pueden dar, con perdón. Allí que fui, me volví loca y llegué a la final, pero no gané.

¿Se apuntaría a Drag Race España?

Uno de los motivos por los que me mudé a Madrid fue Drag Race España. Pensaba: ‘Así tengo más oportunidades, puedo mejorar mi drag y entrar al programa’. Pero a día de hoy no me presentaría ni entraría. No porque no quiera, me apetece, me gusta mucho el formato, pero creo que estaría mejor sin entrar. Intenté entrar en la tercera, pero cuando no tenía esta exposición que tengo ahora. Si entrase sería bajo unas condiciones que me gustaría aclarar.

¿Cree que el programa ha ayudado a la visibilidad?

Sí, desde luego. Ha llegado a sitios donde antes no había llegado. Además, considero que la idea que transmite de este arte es buena y se trata con respeto. Porque el drag, aparte de entretener, que es lo principal, da lecciones de vida, de convivencia, de tolerancia... Entonces España está haciéndolo muy bien porque está enseñando distintos tipos de drag y representando bastante bien la escena nacional y las identidades que puede haber: hay mujeres trans como Juriji der Klee, hemos podido ver la reafirmación de Arantxa Castilla La Mancha, quién sabe si veremos alguna chica cisgénero en la tercera temporada, que estaría muy bien...

¿Y la parte económica de este arte cómo es?

Estamos fatal pagadas en todo. Falta que se valore, porque tenemos mucha preparación... Yo he escuchado a amigos DJ que van a pinchar media hora o una hora a un sitio y les pagan 400 euros. Y a mí, una noche en una fiesta en Chueca, me pagan 80 y me hacen estar allí esperando hasta las 4 de la mañana. No quiero menospreciar a los DJ, muchas veces las travestis no seríamos nada sin ellos porque hay que poner la música, así que nos llevamos genial. Incluso hay

drags DJ, es compatible. Además, es verdad que yo salgo solo 15 minutos, pero me tengo que estar preparando para llegar pronto a la sala. Y luego está el riesgo: hay miedo todavía, cada una lo sentirá más o menos, pero por lo general ninguna se pasea por la calle sola vestida de drag. ●

Ha comentado que tiene proyectos musicales entre manos.

Sí, acaba de salir el tema Sin ti nada es igual, que es una reinterpretación de

Everytime We Touch, de Cascada, una canción que ya era una versión de otra. Y luego, con dos importantes productores españoles también tengo temas techno muy guays. También he grabado una colaboración con Samantha Hudson que va a ser muy divertida, una canción como

hyperpop muy chula, pero aún no tiene fecha.

«Yenesi viene de una muñeca que compré en un bazar y ahora la muñeca soy yo»

«Intenté entrar en Drag Race España cuando no tenía la repercusión que tengo ahora»

«Hay miedo todavía, por lo general ninguna se pasea por la calle sola vestida de drag»