El BCE mantiene su hoja de ruta y vuelve a subir los tipos medio punto pese al colapso bancario
De la sexta subida en menos de un año y la tasa de referencia se sitúa ya en el 3,5% Lagarde avisa de que aún queda camino por recorrer en la senda alcista continúa siendo el control de la inflación, la cual esperan que vuelva al 2% a medio plazo
El Banco Central Europeo (BCE) mantiene su hoja de ruta pese al seísmo financiero desencadenado en los últimos días tras la quiebra del Silicon Valley Bank (SVB). La autoridad monetaria acordó ayer subir los tipos 0,5 puntos, tal y como ya había avisado que haría en febrero. Se trata del sexto alza de tipos en menos de un año y eleva la tasa de referencia al 3,5% para los préstamos a la banca y al 3% para los depósitos. «Se prevé que la inflación seguirá siendo demasiado alta durante demasiado tiempo», argumentó en rueda de prensa la presidenta del organismo, Christine Lagarde.
La mandataria francesa negó que el Consejo de Gobierno del BCE haya barajado ninguna alternativa distinta a la subida de 0,5 puntos que finalmente se acordó por una «amplia mayoría». En los últimos días se especulaba con la posibilidad de que Fráncfort suavizara su política monetaria ante el contagio de las tensiones financieras a los mercados europeos, en los que Credit Suisse ha sido la entidad peor parada, al registrar el pasado miércoles caídas de hasta el 20%. Lagarde defendió que la estabilidad financiera y monetaria» de cara a sus próximos movimientos.
No obstante, la presidenta reconoció el «alto nivel de incertidumbre» y afirmó que el BCE no está ajeno al colapso financiero de los últimos días. La propia institución sostuvo en un comunicado que «el sector bancario de la zona euro es resistente y cuenta con sólidas posiciones de capital y liquidez». Sin embargo, en EEUU continúan las turbulencias. Ayer mismo se anunció que un grupo de instituciones financieras estadounidenses –como JPMorgan o Bank of America– están «en conversaciones» para rescatar a First Republic Bank con hasta 30.000 millones.
La prioridad del BCE sigue siendo contener los precios. Los datos preliminares de febrero apuntan a que la inflación en el conjunto de la eurozona se situó en el último mes en una tasa interanual del 8,5%, mientras que la subyacente –aquella que excluye la energía y los alimentos no elaborados, por su alta volatilidad– se disparó al 5,6%. En España, la subyacente marcó un nuevo récord histórico en febrero al elevarse al 7,6%. Solo los alimentos se han encarecido un 16,6% en el último año.
En ese sentido, la autoridad monetaria actualizó sus previsiones de inflación para los próximos años y prevé que la inflación se modere al 5,3% a lo largo de 2023, para continuar su tendencia a la baja en 2024 y 2025, cuando previsiblemente alcanzará el 2,9% y el 2,1%. Lagarde advirtió de que estas proyecciones no tienen en cuenta los acontecimientos financieros de los últimos días. Respecto a la inflación
subyacente, el BCE revisó al alza la estimación hasta el 4,6% en 2023, aunque espera que descienda hasta el 2,5% en 2024 y el 2,2% en 2025.
En menos de un año, el BCE ha elevado el precio del dinero 3,50 puntos hasta máximos no vistos desde 2008. Lagarde no especifió cuál será la próxima decisión del BCE, ya en mayo, pero sí avisó de que todavía queda camino por recorrer en la senda alcista de los tipos y de que todos los movimientos en materia de política monetaria tendrán en cuenta la evolución de la inflación y se apoyarán siempre en los datos. ●