Pablo Rouss «No hay éxito sin dolor y eso para mí es la regla de oro»
El cantante y compositor navarro lanza ‘Ciclos’, su primer álbum de estudio, que presentará el próximo 24 de abril en La Riviera (Madrid)
A sus 28 años y siendo uno de los artistas emergentes en la escena musical española, Pablo Rouss ha ganado dos Latin Grammy, uno de ellos por la producción de Tacones rojos, quizás la canción más conocida de Sebastián Yatra.
¿De dónde viene su pasión por la música? Fui interesándome en el mundo de la producción con 16 o 17 años según iban evolucionando mis gustos. Comencé a estudiar Diseño Gráfico, pero debido a un accidente que tuve en un concierto, donde me quemé la mano con un petardo que me colocaron en el mástil de la guitarra, me dio un clic en el cerebro. Después de dos años y medio de recuperación, supe que lo mío era la música. Así que, a un mes de terminar la carrera, tomé la decisión de dejarla y meterme de lleno en la industria.
Ciclos es su primer álbum de estudio. ¿En qué fase de su propio ciclo se encuentra? Diría que estoy en el final, como si ya hubiese completado el ciclo y todo volviese a la normalidad. Estoy en un momento de tranquilidad, muy enfocado en mi carrera como productor, pero también en mi carrera como artista y con muchas ganas de lo que se viene, que va a ser fuerte.
Dice que ‘con empatía y respeto, la música no entiende de géneros’. ¿A que se refiere? Creo que nos han metido una falsa creencia de que la música es una jerarquía en la que los artistas están en un punto y los oyentes en otro. Con esto quiero decir que, cuando se trata a las personas como tal y se deja un a un lado cualquier tipo de interés económico o de industria, es cuando salen las cosas. Creo que el vínculo personal es lo que hace que la música fluya, porque la música son emociones y sentimientos y eso es lo que también son las personas. Sus inicios en la industria fueron como productor. ¿Le da vértigo subirse al escenario como cantante? Me da respeto, porque es un paso más para demostrarme a mí mismo que estoy creciendo. Es verdad que vengo de una gira con Hens de setenta bolos en la que he cantado con él nuestro tema en prácticamente todos los conciertos. Eso me ha servido muchísimo para quitarme miedos y a aprender que lo que tienes es que ser tú mismo y elevar tu personalidad a la enésima potencia. ¿En cuál de los lados se siente más cómodo? Me considero bastante camaleónico. Es verdad que me siento muy bien en la sombra porque no tengo esa necesidad de estar en un primer plano constante
Pablo Rousselon (Pamplona, 1994) decidió mudarse a Madrid para centrarse en su carrera como productor musical. Ocho años después de aquello, ha trabajado con artistas de la talla de Sebastián Yatra, David Bisbal y también con promesas de la nueva ola como Hens, Walls y Belén Aguilera. mente, pero también soy una persona muy activa y social, y me gusta estar delante. Mi proyecto de artista es una manera de demostrarme que no estoy estancado y que puedo hacer cosas más grandes que las que ya he hecho o pienso que voy a hacer.
En sus redes ha comentado que se ha llegado a ‘obsesionar con la concepción del éxito’, ¿lo considera un problema? No, porque gracias a esa obsesión estoy donde estoy. He trabajado los siete días a la semana durante cuatro años porque estaba empeñado en llegar más lejos y eso es lo que me ha hecho crecer. Creo que la obsesión no significa irte al lado oscuro. Cierto es que es inevitable estresarse o sufrir ansiedad; yo he llegado incluso a llorar sin saber por qué. El problema es que no nos han formado bien en lo que son los problemas mentales y, al estar dentro de uno mismo, entramos en un bucle de angustia que no llegamos a entender. Hay que hablar de esto con naturalidad y aprender a lidiar y vivir con ellos porque forman parte de nuestro día a día. No hay éxito sin dolor y eso para mí es la regla de oro.
Todo lo que le ha ocurrido en este último año son pasos agigantados en su carrera. ¿Qué sueños le quedan por cumplir? Cada proyecto que hago es un sueño que tengo en mente. Soy una persona que sueña al día e intento no marcarme retos a largo plazo porque todo lo que he conseguido ha sido por la rutina diaria y porque nunca me he frenado. No quiero ponerme en situaciones futuras que quizá me puedan desilusionar. Disfruto y soy feliz haciendo música. Para mí, cada día que pasa es uno nuevo. ●
La princesa Leonor seguirá los pasos de su padre, el rey Felipe. Terminados sus estudios de Bachillerato, a la heredera al trono le esperan tres años de formación militar, que comenzarán a contar a partir de agosto, fecha en la que ingresará en la Academia del Ejército de Tierra de Zaragoza como dama-cadete. Los dos años siguientes continuará su instrucción en la Escuela Naval de Marín y en la base aérea de San Javier, en Murcia, siguiendo la hoja de ruta que en su día ya marcó el príncipe de Asturias.
Cuando el cadete Felipe de Borbón inició sus estudios militares, solo los hombres podían acceder a la formación militar. Habría que esperar tres años para que la primera mujer, Patricia Ortega, que hoy es general de división, rompiera ese techo. Leonor formará parte de un colectivo que engloba hoy a 16.000 mujeres, lo que supone un 13% de los miembros de las Fuerzas Armadas en nuestro país.
Los conocimientos militares se consideran en su caso una experiencia valiosa y necesaria en su formación, dirigida y centrada en sus futuras responsabilidades como heredera de la Corona, que conlleva el mando supremo de las Fuerzas Armadas. Poco se conoce de sus gustos y preferencias. Algo ha trascendido de que le interesan las ingenierías. Tiempo tendrá, posiblemente, de orientar con mayor libertad sus inclinaciones cuando llegue el momento de la Universidad. Ahora, a lo que toca, esta nueva etapa que se muestra dispuesta a asumir con voluntad, interés e ilusión. ●
«Soy una persona que sueña al día e intento no marcarme retos a largo plazo»
«Hay que aprender a lidiar y a hablar de manera natural sobre los problemas mentales»