UBS compra Credit Suisse para blindar el sistema bancario suizo
El banco más grande de Suiza, el grupo UBS, alcanzó ayer un acuerdo auspiciado por los reguladores nacionales para adquirir Credit Suisse, la segunda entidad más valiosa del país cuya viabilidad había quedado claramente amenazada tras el desplome de sus acciones por el pánico bancario de la semana pasada.
La operación, que ha sido diseñada por los reguladores suizos y cuenta con el visto bueno de la Reserva Federal estadounidense y el regulador europeo, está llamada a frenar la grave crisis de confianza en la que se había visto sumida la banca suiza tras el contagio provocado por la caída del Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank.
La operación, adelantada por el Financial Times en la tarde de ayer, se habría cerrado por 3.000 millones de euros. Es decir, un precio de 0,77 euros por acción, apenas un 40% de los 1,88 euros a los que cotizaba la acción de Credit Suisse cuando los mercados
cerraron el viernes. Posteriormente, el Gobierno suizo confirmó la operación en una rueda de prensa conjunta con los presidentes de las dos entidades implicadas y los reguladores bancarios en la que explicaron las razones que motivaron la adquisición.
«La adquisición de UBS es la mejor solución para restaurar la confianza que ha faltado en los mercados financieros recientemente», explicó el presidente del Gobierno suizo, Alain Berset. El presidente señaló que la salida de depósitos y la inestabilidad financiera demostraban que «no había otra solución posible» que la adquisición.
En la misma línea se expresó la ministra de Finanzas helvética, Karin Keller-Sutter. «La bancarrota de un banco de importancia sistémica global habría causado un trastorno en Suiza y a lo largo del mundo. Por esta razón Suiza tenía que aceptar que la responsabilidad estaba más allá de sus fronteras», añadió.
El presidente del grupo UBS, Colm Kelleher, agradeció el apoyo del Gobierno desde que se iniciaran las conversaciones para la absorción a última hora del viernes y puso en valor la estabilidad financiera que aporta esta operación. Kelleher se refirió a la operación como «un rescate de emergencia», mientras que en el comunicado publicado
por Credit Suisse hablan de una «fusión» en la que UBS es la «entidad superviviente».
El presidente de UBS advirtió de que las próximas semanas serán «difíciles» para los empleados de Credit Suisse y señaló que llevará «semanas o quizá meses» cerrar por completo los términos de la operación, que estará lista «a finales de 2023». El acuerdo viene acompañado de la aprobación de una «decreto de emergencia» por parte del Gobierno para que los accionistas de las dos entidades no puedan vetar la absorción. Una medida de urgencia que se se justifica en las circunstancias «únicas» que afectan a la economía suiza en su conjunto. ●