Andrés Suárez «Son tiempos fugaces donde todo es para ayer»
El artista gallego ha lanzado Viaje de vida y vuelta, su noveno álbum de estudio, que presentará en el Wizink Center de Madrid el 11 de mayo
Andrés Suárez lleva más de dos décadas recorriendo cada uno de los rincones de las ciudades españolas y saliendo de ellas para cruzar el charco, hasta que la pandemia llegó y dejó una huella profunda en él. Una vez dada por finalizada esta crisis sanitaria, vuelve a viajar y a reencontrarse con sus seguidores cara a cara. Pero, tal y como apunta en Por no decir tu nombre, una de sus últimas canciones, hay uno que no quiere mencionar. ¿Cuál es ese nombre que no quiere decir? Hater. Me parece lo más repulsivo y deleznable que hay. Hace unos diez años me metía en la cama llorando cuando una persona a la que no conozco me decía ‘eres tal y tus familiares fallecidos son tal’. Se está llegando a un punto en el que, por culpa de estos haters, ha habido suicidios de adolescentes, y lo que me deja flipando es que no tengamos ningún tipo de amparo ante estas situaciones. Como no soy sociólogo ni psicólogo, lo único que hago con esta gente es mandarle besos, caricias, flores, mimo y cariño, porque no lo tienen. Usted utiliza las redes sociales para publicar contenido relacionado con su trabajo. Totalmente y, si pongo algo personal, lo hago con el máximo de los respetos, ya que sé que mis oyentes son de derechas, de izquierdas, ácratas, nacionalistas... de todos los colores. Estamos viviendo una serie de sucesos, como que el año pasado se matase en la calle a una persona por ser homosexual o que, yo, como gallego que soy, cada verano vea que hay un incendio y sigamos sin hacer nada, que llega un momento en el que lo voy a poner en mis redes, porque estoy un poco harto. Y si alguien, por defender la libertad, deja de seguirme, no pierdo nada.
Cita a sus seguidores. ¿Cómo es su relación con ellos? A mí la palabra fan me gusta, pero para mí son familia. Esa gente que ahorra para comprarse algo que lleva mi nombre, hace horas de cola y deja a sus hijos con un canguro para venir a verme... lo son todo, y trato de demostrarles mi amor con eventos para poder conocerlos, cantándoles, abrazándolos... Vivimos tiempos muy fugaces donde todo es para ayer y donde a un clic tienes todo. Cuando alguien se toma la molestia de dedicarte su tiempo, hay que agradecérselo.
Viaje de vida y vuelta es el nombre de su último disco. ¿Alguna vez le han dado ganas de irse y no volver? La verdad es que no dejo de volver a la música, a lo que me mueve. Entonces, no puedo marcharme, porque es tan fuerte esa raíz hacia la palabra, que no me puedo mover mucho. Eso sí, cada vez tenemos todo más a mano, así que no importa mucho que no te muevas porque desde el sofá de tu casa tienes un universo.
El símbolo del disco lo lleva tatuado en el brazo. Así es, me lo he tatuado como un resumen del viaje, nunca mejor dicho, del aprendizaje vivido, del agotamiento, del cansancio, de lo que curré. También para plasmar lo que cuesta quedarte a gusto de verdad, salir de tu zona de confort. Terminar, para mí, las diez
Procedente de Ferrol (A Coruña) es un cantautor de 39 años que lleva en el mundo de la música desde que tenía tan solo 10. El pop-rock y la balada son los géneros que le caracterizan. Cuenta con un total de nueve álbumes de estudio y dos libros, Más allá de mis canciones A través de mi ventana.
ymejores canciones de dos años y medio de insomnios, llantos, dolor, ansiedades. Estoy en un muy buen momento profesional y personal, y creo que este tatuaje me lo va a recordar siempre, cada vez que lo mire. ¿Considera que la fama cambia a las personas? Yo no soy famoso, quiero decir, voy al mercado todos los días y no pasa nada, pero conozco a amigos que se dedican a esto y no pueden salir a la calle. No es mi caso. Creo que tengo reconocimiento y una determinada popularidad con la que convivo felizmente. La gente viene a darme un abrazo y yo se lo doy de vuelta, me brindan cariño y convivo con eso. Solo le pido a la vida que me quede como estoy, porque puedo pagar mis facturas con lo que amo, que es la música, sin engañar a nadie. Soy un tío normal y corriente que va al teatro, al cine, a conciertos, y me lo paso genial.
El crecimiento en su trayectoria también significa una evolución en su música. Dicen que un disco es el momento vital que lo rodea. Claro que hice discos depresivos, tengo nueve. He pasado por momentos oscuros, por lo que mi evolución en este momento es hacia la luz. Mi cuerpo ya no aguanta más tristezas. La evolución que quiero dar son festivales, conciertos grandes, mi banda saltando por el escenario y yo, detrás, ver al público pegar botes. Solo quiero salir de casa y, ya cuando pare, dormiré, pero ahora toca trabajar.
¿Suele estar pendiente de los números? No. Yo estoy pendiente del arte, de los acordes y de las tonalidades. Para los números cuento con el mejor equipo profesional y delego en ellos. ¿Que les pregunto los números de vez en cuándo? Sí, no te voy a mentir. Ahora bien, como me vaya a los ‘me gusta’, a cuánta gente ha visto hoy mi videoclip... Yo lo he hecho lo mejor que he podido.
Este disco lo va a presentar en toda España. ¿Llevará sorpresas? Muchas. Después de haber estado trabajando en esto dos años y medio, hay una liada muy grande. Lo poco que puedo adelantar es que no va a ser un concierto, va a ser un espectáculo. Hay una inversión muy grande en todos los sentidos, para que la gente que venía a verme hace quince años no vea el mismo show. En el Wizink van a pasar cosas que ahora mismo no te imaginas y esto se llama invertir, crecer y apostar. Como dicen los jóvenes, ‘se vienen cositas’. ●
«A los les mando besos, caricias, flores, mimos y cariño, porque no lo tienen»
«He pasado por momentos oscuros, por lo que mi evolución es hacia la luz»