Tratamientos
La parálisis cerebral infantil (PCI) o simplemente parálisis cerebral, es un grupo de trastornos que afectan a la capacidad para mantener el equilibrio, la postura y moverse. Se trata de la discapacidad motora más frecuente en la niñez, motivo por el que los expertos inciden en la importancia de mostrar especial atención a los síntomas tempranos para poder realizar el diagnóstico de forma veloz y establecer una pauta terapéutica más beneficiosa.
Los problemas de movimiento y postura del niño resultan trascendentales en el diagnóstico de este problema. Asimismo, el 90% de los casos de parálisis cerebral infantil se producen por daño cerebral antes o durante el parto, sin conocer exactamente cuál es la causa. Esta afección provoca dificultades a la hora de voltearse, rodar hacia los lados, sentarse, pararse o caminar e incluso rigidez o flacidez en las articulaciones o el cuerpo.
«La parálisis cerebral no empeora con el tiempo, pero los problemas de movimiento y postura, así como las afecciones relacionadas, como discapacidad intelectual, convulsiones,
Durante la cirugía multiniveles se llevan a cabo múltiples actuaciones quirúrgicas en dos o más segmentos de los miembros inferiores en pacientes deambulantes con parálisis cerebral. Se trata de una operación compleja donde intervienen hasta cuatro especialistas y en donde se pueden llegar a realizar hasta 16 procedimientos distintos.
problemas en la vista, el oído o el habla, y los problemas en la columna vertebral o en las articulaciones, sí pueden ir cambiando a lo largo de la vida de la persona», explica el jefe de la Unidad de Cirugía Ortopédica Pediátrica del Hospital Materno-Infantil Quirónsalud Sevilla, David Farrington.
El especialista señala que las pruebas de detección de la parálisis cerebral infantil pueden requerir procesos que incluyen la monitorización, examen y evaluación de retrasos en el desarrollo motor o del movimiento, con el fin de diagnosticar el tipo específico de trastorno. En concreto, la parálisis cerebral infantil puede ocurrir antes del nacimiento, durante el parto, dentro del primer mes de vida o durante los primeros años de vida.
TIPOS DE PCI
Los expertos clasifican la parálisis cerebral infantil según el tipo principal de trastorno del movimiento involucrado. La más común de todas afecta al 80% de los niños que sufren esta afección, la espástica. Se caracteriza porque es velocidad-dependiente, es decir, que la resistencia a la movilización articular aumenta cuanto mayor es la velocidad del estiramiento muscular. Puede aparecer en un lado del cuerpo o en las cuatro extremidades. En cambio, los movimientos involuntarios de manos, brazos, pies y piernas son una señal de parálisis cerebral infantil discinética. En este caso, el tono muscular de las personas puede mostrarse muy rígido o muy laxo, cambiando de un día para otro o incluso en el mismo día. Por otro lado, un niño que padezca PCI puede presentar problemas de coordinación, de equilibrio o ambas. En este caso, hablamos de parálisis cerebral infantil atáxica. ●