Anne Igartiburu «Era el momento de disfrutar y divertirme»
Josie «En el pulsador me ha tocado basura estilística de la buena»
La presentadora marca un punto de inflexión en su carrera con este concurso, en el que se muestra tal cual es... aunque más irreconocible que nunca con las caracterizaciones.
¿Cómo se ha visto siendo un señor con bigote, por ejemplo? Muy a gusto. Es la parte más divertida y donde más he disfrutado, en los cambios radicales. No me ha costado nada, me encantaba la idea de convertirme en un señor con bigote o en señora, lo que tocara.
¿Ya era así de pequeña?, ¿le gustaba disfrazarse? No especialmente, pero lo he vivido muy bien. Era el momento en el que me apetecía disfrutar y divertirme, yo que ya me divierto de por sí, pero esta vez dentro de un plató.
Ha sido muy distinto a otras experiencias laborales, ¿no? Yo veo un piloto rojo y hago ¡pum! Y me convierto como en esos robots que tienen mis hijos y me centro en el discurso y en lo que está pasando en realización y soy un engranaje más. En este caso el cambio de papel ha sido un aprendizaje.
La hemos visto muchos años en un papel determinado, ¿le daba miedo el cambio? No, miedo, no, lo que pasa es que han sido… como 7.000 directos en otros programas. Aquí no, estás a otro rollo, más libre y yo creo que es la parte más disfrutona.
Tu cara me suena aporta mucho carisma a los concursantes, ¿lo ha notado? Es curioso porque cuando estás tanto tiempo delante de la tele haciendo un rol, el espectador en general, yo incluida, creemos que es el único rol. Porque es lo que le estás dando. Yo he estado dando muchos años a una cosa, que es lo que se exigía. A veces yo decía: ‘¿es que no ven nada más, no me ven?’. Y es que no lo estaba enseñando, y esta es la oportunidad de decir: ‘¿de verdad te has creído que era así todo el rato, 25 años de «hola corazones»’.
¿Es lo que quería mostrar? O lo que las televisiones me han permitido dar… Yo soy de la vieja escuela, estoy a lo que me manden, yo soy de ‘me pongo aquí, sales y haces tu curro y te vas tu casa, no soy protagonista de nada’.
¿Y cómo ha vivido que aquí veamos más a Anne y menos a la presentadora? Bien, en eso ha ayudado también tener una trayectoria en las redes sociales, donde he podido hacer otras cosas después de la pandemia.
¿Cómo vivió el cambio de formato en las Campanadas, con Ibai Llanos y Ramón García? Ha sido un regalazo. Cuando se me dijo que no las hacía pensé: ‘Pues bueno, pues algún año tenía que ser, las paso en mi casa’. Y el día 29 de diciembre me llamaron y me dijeron: ‘oye, ¿lo harías con Ibai?’. El 30 llamé al diseñador Alejandro de Miguel y le dije: ‘Hazme un traje, tío, que mañana doy las campanas’ (risas). ●
El estilista y colaborador de Zapeando no sabía que podía cantar hasta que se puso a ello. Ahora ha podido disfrutar y también extenuarse con esa nueva habilidad. ¿Cómo era mirarse en el espejo y ver a una persona completamente diferente? Es progresivo porque cada vez te van poniendo más elementos en la cara que te cambian el rostro y tú te vas como acostumbrando un poco. Creo que yo lo he vivido de manera distinta a otros compañeros a los que no les han hecho fechorías en la cara. Yo durante todos estos años me he hecho de todo. Para los que no lo hayan vivido, lo de Tu cara me
suena tiene que ser horrible porque en muy pocas horas es un cambio radical.
¿Le daba reparo caracterizarse de alguien poco glamouroso? Ahí está la magia, que te pongan retos y que tú entres ahí al trapo del pulsador. Si vienes aquí para hacer todo el rato personajes que te suliveyan a ti y a exhibirte cuando no eres cantante, me parece horrible. Me ha tocado de todo, no solamente personajes con unos looks increíbles, también me ha tocado basura estilística de la buena (risas).
Usted ha sido jurado y ahora ha sido juzgado, ¿le cambiará eso si tiene que valorar a otros en el futuro? Pues seguramente sí, creo que es una experiencia que te marca de por vida para un montón de temas. Ahora sí que entiendo que muchos cantantes no estén bien física o mentalmente, porque es tan duro lo que hacen que cuando actúan algo de ellos se queda ahí. Ahora valoro mucho más la profesión de cantante y de artista.
¿Que le aporta a su carrera hacer TCMS? ¿Hay un antes y un después? Yo creo que sí, que hay un antes y un después. Creo que es el principio de una carrera televisiva como a mí más me gusta o es el final de toda mi carrera. No me parece ni mal broche ni mal comienzo, pero creo que sí que tengo que ir hacia otros derroteros.
(Manel Fuentes interviene en la entrevista y pide que cuente ‘lo de la molécula’) Cuando fui al médico antiedad le dije que tenía un problema, porque en Tu cara me suena el día de la gala entras a las 10 de la mañana, a las 15 empiezan a maquillarte y hasta las 20 horas no empieza la gala. Como te toque salir el último a lo mejor cantas a las 23… Así que le dije que necesitaba algo y me dio una molécula que la toman los deportistas, que no es dopaje, y me ha ayudado, porque me da un fulgor que no tienes, te funciona mejor el cerebro. Es legal, ¿eh? ¿Es más importante el nivel vocal o la actitud con la que sales a imitar? Lo que estamos haciendo aquí, por lo menos yo, que no soy cantante, es televisión, dar mi mejor energía e intentar que la gente se lo pase bien conmigo. ●