¿Ideas ilimitadas?
Me aterra que se me acaben las ideas. ¿Qué pasaría si se nos agotasen a todo el mundo? Cuando pienso en las notas musicales y en sus distintas posibles combinaciones, en ocasiones me genera ansiedad preguntarme si algún día llegaremos a haberlas usado todas y, por consiguiente, si todas las canciones nos acabarían recordando a otras. Ahora que Ed Sheeran está siendo juzgado por plagio (alegan que su canción Thinking Out
Loud se parece mucho al Let’s Get It On de Marvin Gaye), en un momento en el que muchos artistas usan en sus temas, y de manera consentida, fragmentos de otras canciones y en una época en la que casi todos los artistas nuevos que florecen nos recuerdan a otros o se inspiran demasiado en sus ídolos… Yo paso miedo.
Con el mundo de la moda ocurre lo mismo: vemos colecciones de grandes diseñadores que echan la vista atrás de manera continua. Modistos que se inspiran, rediseñan y que vuelven a trabajar tejidos de antaño.
Plataformas como Netflix hacen homenajes noventeros (e innecesarios) como la nueva peli de los Power Rangers. HBO Max estirará el mágico chicle de
Harry Potter y sus amigos volviéndonos a contar su historia desde el principio en formato serie. Disney nos presenta a su nueva sirenita, a su nuevo Aladdín, a su nueva Bella y a su nueva Bestia, a Pinocho… Vuelven Operación Triunfo y Un paso adelante. Las televisiones recuperan formatos del pasado como Ahora caigo, el
Grand Prix o el fantástico Pekín
Express.
El poder de la nostalgia vende, y más después de la pandemia, pero ¿dónde están las nuevas ideas? ¿Dónde están los formatos rompedores? ¿Dónde están los nuevos talentos y los jóvenes creadores? Mirar al pasado está genial. Me encanta y es necesario siempre y cuando, además de actualizar éxitos, demos pasos adelante creando cosas arriesgadas y novedosas. ●