Joaquim Coll Historia de dos ciudades
Ni el alcalde de Madrid ni la alcaldesa de Barcelona ganaron las elecciones en 2019
En Madrid funcionan los bloques y en Barcelona el motor de cambio es poner fin al ‘colauismo’
Merece la pena com- parar la perspecti- va de cara a las municipales para comprobar cuán diferente es la si- tuación en Madrid y Barcelo- na. Sin embargo, hay que em- pezar recordando una curiosa similitud, pues sus actuales al- caldes, José Luis Martínez-Al- meida y Ada Colau, no gana- ron las elecciones en 2019. En Madrid, fue Manuela Carme- na, alcaldesa saliente, que en- cabezaba la candidatura de Más Madrid, la más votada. Solo gracias al triple apoyo del PP, Ciudadanos y Vox, Almei- da pudo reunir mayoría abso- luta, y pasó a gobernar en coa- lición con los naranjas de Begoña Villacís. En Barcelona, también fue necesario un tri- ple apoyo para que Colau re- pitiera al frente del ayunta- miento, porque el más votado había sido el republicano Er- nest Maragall. Pero el procés, que entonces se estaba juzgando en el Tribunal Supre- mo, dividía profundamente a la sociedad catalana, y el ex primer ministro francés Ma- nuel Valls, que iba en coali- ción con Cs, optó por el mal menor y apoyó gratis a la candidata de Barcelona en Comú, que pasó a formar gobierno con el PSC.
A partir de ahí, todo son diferencias. Nadie duda de que Almeida será ampliamente el más votado y es difícil que pierda la alcaldía, aunque el enfrentamiento entre derechas e izquierdas es la nota dominante. El PP necesita sumar mayoría absoluta con Vox o que la entrada por la mínima de Cs evite la suma de las tres izquierdas, para lo cual es imprescindible que Podemos supere el umbral del 5%. En cambio, en Barcelona los bloques han desaparecido. Ni derechas frente a izquierdas ni separatistas contra constitucionalistas. En la capital catalana, la alcaldía se la disputan Colau, el socialista Jaume Collboni y el candidato de Junts, Xavier Trias. ERC apunta a un descalabro, el PP aspira a doblar su ridícula representación, mientras Vox sueña con entrar en el consistorio e incluso con superar a los populares. El resto de partidos (Cs, CUP, Valents) difícilmente obtendrían concejales.
Mientras en Madrid la continuidad de Almeida depende de que las izquierdas no sumen mayoría absoluta, lo esencial en Barcelona es quién quede primero. Si ganase Trias, no habría tripartito de izquierdas para arrebatarle la alcaldía. Frente a Collboni, tampoco los partidos independentistas hablan de unirse. Solo en caso de victoria por la mínima de Colau podría haber un pacto transversal para evitar su continuidad. Los socialistas ya han dicho que no la apoyarán, que Collboni solo se votará a sí mismo, y Trias, que empezó muy fuerte, pero va a menos, tiene como principal objetivo que ella no repita. Nada que ver la situación de Madrid, donde lo que funcionan son los bloques ideológicos. En Barcelona, el motor de cambio son las ganas de poner fin al colauismo. ●