Nikki Haley se retira de las primarias republicanas y deja vía libre a Trump
«Le deseo lo mejor a cualquiera que sea presidente de EEUU». Así se despidió ayer de las primarias la candidata republicana Nikki Haley tras perder la batalla contra el expresidente Donald Trump, al que no quiso ofrecer su apoyo.
La exgobernadora de Carolina del Sur, que este Supermartes solo consiguió 43 delegados frente a los 764 del expresidente, decidió poner fin a sus aspiraciones presidenciales con un mensaje claro: «Quería dar voz a los estadounidenses y lo he hecho. No me arrepiento».
Desde Daniel Island, Haley, que asumió que «con toda probabilidad» Trump será el candidato republicano, no dudó en lanzarle un mensaje respecto a sus seguidores: «Nuestro país es demasiado precioso para dejar que nuestras diferencias nos dividan. De él depende ganarse los votos de aquellos que dentro y fuera de nuestro partido no le han apoyado».
Pero la seguridad de Trump en sí mismo no tiene límites; tampoco las críticas que lanzó hacia su hasta ahora contrincante, a la que no dudó en acusar de haber sido financiada por el Partido Demócrata. «Nikki Haley fue aplastada anoche [el martes], a pesar de que los demócratas, por razones desconocidas, pueden votar en Vermont y en otras primarias republicanas», espetó ayer mientras Haley decía adiós a sus seguidores. «Gran parte de su dinero ha salido de los demócratas radicales de izquierda,
43 delegados
obtuvo en el Supermartes la candidata republicana frente a los 764 de su rival
al igual que muchos de sus votantes, casi el 50%, según las encuestas», agregó el exmandatario.
Desde las filas republicanas no dudaron en alinearse con Trump tras el estrepitoso batacazo de Haley. El único partidario republicano de la excandidata en la Cámara de Representantes, Ralph Norman, instó a la republicana a ayudar a unir al partido y anunció que pedirá lo mismo a Trump. ●