Netanyahu admite el ataque mortal a 7 trabajadores de la ONG de José Andrés
«COSAS DE GUERRA» declaró el primer ministro israelí tras el bombardeo al convoy humanitario REACCIONES EEUU, Gran Bretaña o España piden una investigación completa de los hechos
«Hubo un caso trágico en el que nuestras fuerzas alcanzaron de forma no intencionada a gente inocente en Gaza»
«Estas cosas suceden en la guerra». Con estas palabras admitía ayer el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, la autoría del bombardeo al convoy de la ONG World Central Kitchen (WCK), del chef español José Andrés. El triple ataque (uno a cada coche) causó la muerte de siete trabajadores humanitarios: tres británicos, un polaco, un australiano, un palestino y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense-canadiense. El ataque fue condenado a nivel internacional por varios líderes mundiales, al tratarse de una violación del derecho internacional humanitario.
El bombardeo se conocía en la madrugada de ayer y desde la ONG anunciaban a través de un comunicado ya por la mañlana la suspensión de sus operaciones en Gaza tras un ataque en el que se apuntaba a Israel. «El Gobierno tiene que dejar de restringir la ayuda humanitaria, dejar de matar a civiles y trabajadores humanitarios y dejar de utilizar los alimentos como arma», aseguraba en redes sociales el
NETANYAHU. Primer ministro de Israel
«Espero y exijo que el Gobierno israelí aclare cuanto antes las circunstancias de este brutal ataque»
PEDRO SÁNCHEZ. Presidente Gobierno
«Los trabajadores de WCK son unos héroes y como tal deberían ser protegidos»
propio José Andrés, que agregaba que el recorrido del convoy se había pactado con antelación con el Ejército israelí.
Tras salir de un almacén y circular por la carretera pegada a la costa, el primer coche del convoy fue alcanzado, lo que provocó que algunos de los pasajeros abandonaran el vehículo y se cambiaran a otro de los coches del convoy, que también fue alcanzado tras reanudar la marcha. Fue en ese momento cuando el último coche (que trasladaba a los heridos) sufrió el tercer ataque. Los tres se produjeron en un espacio que no supera los dos kilómetros y medio.
Las reacciones al ataque no se hicieron esperar. El Gobierno británico convocó a la embajadora de Israel en Londres, Tzipi Hotovely, por la «inaceptable» muerte los tres cooperantes británicos. Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, pidió a Israel «una investigación rápida, completa e imparcial» sobre el ataque. Los trabajadores de WCK «son unos héroes» y «deben ser protegidos», recalcó. Antes de que se conociera
ANTONY BLINKEN Secretario de Estado de EEUU