20 Minutos Madrid

Vicente Vallés El Puigdemont de Feijóo

- Vicente Vallés es periodista

El líder del PP reunió a Mundo, Feijóo ha insistido en la dirección de su par- no desistir, y ha dicho que «si tido, tomó el micrófo- los nacionalis­tas se reconcilia­n no y se mostró preten- con la ley, la Constituci­ón, didamente firme la separación de poderes, frente a la renovada la independen­cia judicial, exigencia independen­tista de el Estatut… entonces un referéndum: «Si a Sánchez podemos entablar una conversaci­ón». le quedase sentido de Esta- Es decir, hablarían do, no dejaría ni que presenta- con Junts si deja de ser sen esta propuesta de referén- Junts, si acomete una regresión dum; hoy mismo rompería de un par de décadas y si con sus socios y pondría fin vuelve a ser la Convergenc­ia a este viaje sin retorno». que facilitó gobiernos (y sacó

La frase no generaría dudas buenos réditos de ello) del sobre las intencione­s de Al- PSOE y del PP, indistinta­mente. berto Núñez Feijóo si no estu- La expectativ­a resulta viesen precedidas de plantea- tan conmovedor­a como mientos menos determinan- inútil. tes, que hacen sospechar que Feijóo fue presidente de la el líder popular sueña con una Xunta de Galicia a lo largo de Convergenc­ia rediviva que re- cuatro legislatur­as. Alcanzó el poder en 2009, durante el segundo mandato de Zapatero. Rajoy llegaría al poder a finales de 2011. El líder gallego decidió asentar su condición de barón autonómico marcando distancias con las decisiones de Génova y hasta ocultando el logo del PP en sus campañas electorale­s. Estableció una relación de cierta cercanía con el lendakari Iñigo Urkullu y decidió practicar en Galicia una especie de galleguism­o con aroma filonacion­alista, lo que le resultó muy rentable en términos electorale­s porque sustrajo a los nacionalis­tas algunas de sus banderas tradiciona­les, como la defensa de la lengua gallega. Y ahora, Feijóo no puede evitarlo, aunque lo intente. ●

El gallego sueña con una Convergenc­ia que recupere el pacto que llevó al PP al poder en 1996

El líder popular autorizó una reunión con Junts para así abrir una vía de comunicaci­ón

cupere el espíritu del Majestic, el hotel barcelonés en el que Aznar y Pujol firmaron el pac- to que llevó al PP al poder en 1996. Pero Puigdemont no es Pujol. Y, de hecho, ni siquie- ra aquel Pujol es el de hoy, co- mo el Artur Mas que llegó al Palau de la Generalita­t no es el mismo que salió de él.

Después de las elecciones del 23 de julio, Feijóo autori- zó una conversaci­ón entre un cargo público del PP en Cata- luña y representa­ntes de Junts. Aquella charla no derivó en el apoyo de Puigdemont a la investidur­a del líder popular, como era previsible, y Feijóo lo sabía. Su verdadero propósito era abrir una vía de comunicaci­ón mirando al futuro. Y no la quiere cerrar, a pesar de que Junts ha dejado claro, por enésima vez, que pretende reiniciar el proceso independen­tista desde el mismo punto en el que lo dejó.

Así, esta semana, en una entrevista en el diario El

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