20 Minutos Madrid

Helena Resano Un futuro incierto

- Helena Resano es periodista

Ya tenemos asumido que por mucho que nuestros hijos se for- men, tengan carre- ras más o menos exi- tosas, puedan o no trabajar en lo que han estu- diado o para lo que se han for- mado, su futuro será mucho más incierto de lo que ha sido el nuestro. Lo hemos asumi- do sin rechistar, aceptando que, por mucho que los vea- mos esforzarse ahora en su etapa escolar y académica, las salidas laborales y, lo más importante, los sueldos que van a ofrecerles van a ser insufi- cientes para poder planear un futuro familiar.

¿Comprarse una casa? Será un proyecto al que tendrán que dedicarle tanto esfuerzo económico que, segurament­e, renunciará­n a ello o, al me- nos, renunciará­n a vivir don- de más les guste, o donde pue- dan tener mayor calidad de vida, es decir, un piso cerca de su trabajo, al que puedan ir an- dando o volver en bici.

Esa decisión dependerá en gran medida de dónde vivan. Si es el caso de Madrid o Barce- lona, lo tendrán muy crudo. Pero tampoco lo tendrán más fácil si deciden mudarse o viven ya en San Sebastián, Pal- ma o Valencia. ¿Comprarse un coche? Ya ni se lo plantean. De hecho, no es ni siquiera una de sus prioridade­s. Sus modelos de movilidad no pasan por ser propietari­os de un coche.

¿Tener ahorros? Saben que será difícil, sobre todo cuando buena parte de sus ingresos irán destinados a la vivienda, sea en modelo de alquiler, compartida o de lo que sea; sus ingresos irán destinados a llenar la nevera y a poco más. A alguna salida con amigos para cenar fuera, a alguna escapada al cine, o al teatro, entradas para un concierto… ¿Formar una familia, tener hijos? Es triste escuchar a muchos chicos y chicas que se acercan a la treintena hablar abiertamen­te de «renuncia». Saben que tener un hijo supone tal desembolso económico, además de, muchas veces, un freno en sus carreras profesiona­les, que directamen­te aceptan que ellos no serán padres. Y es desolador escucharlo­s plantearse así su futuro a corto plazo.

Segurament­e será una generación mucho menos frustrada porque desde hace mucho saben lo que les espera. O no. Quizás sea una generación enfadada con nosotros, por no haber hecho nada por impedir este escenario. En parte hemos sido, estamos siendo cómplices de esta situación. Hemos aceptado que, cada vez, los sueldos sean más pírricos y la vida más cara. Y en esa combinació­n perdemos siempre nosotros. Y dejamos un futuro mucho más negro a esos hijos a los que ahora les exigimos esfuerzo, tesón, sacrificio para labrarse un futuro académico. Pero ¿para qué?, ¿para que cuando terminen sus carreras, esas que les han costado horas de estudio, les ofrezcan sueldos con los que es imposible independiz­arse? Muchos optarán por irse fuera. Por salir al extranjero. Un dato: el 43% de los españoles que emigra, que se va fuera de España, tiene un perfil cualificad­o, es decir, con estudios universita­rios. ●

Hemos asumido sin rechistar que el futuro de nuestros hijos será más incierto

Es desolador escuchar a los chicos y chicas plantearse su futuro a corto plazo

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain