Esther Rodríguez
«¡Ojalá aparezcan cuerpos para saber cómo vestían!»
Esther Rodríguez (Villanueva de la Serena, 1986), codirectora del yacimiento de Casas del Turuñuelo (Badajoz) e investigadora del CSIC, está «inmensamente feliz» después de presentar, el pasado martes, al mundo los primeros rostros tartésicos.
Cuénteme cómo fue el momento en el que encontraron el primer fragmento de rostro. ¿Qué sintieron?
Uno de los primeros bustos encontrados fue justamente del que tenemos solo un fragmento y no sabemos exactamente qué representa. Pero la emoción fue la misma. La alegría de ver un ojo, una nariz, una boca... Imagínate, las voces se iban sucediendo en el área de excavación. Han sido muchos días de emociones porque no han aparecido todos juntos, sino en diferentes puntos de la habitación y a diferentes alturas. Cada día era un momento de más emoción porque apareciera otro trozo que nos faltaba. Y luego sientes mucha alegría al bajar al laboratorio y
comprobar que esas caras se van conformando y tienen una belleza extraordinaria.
¿Cuánto ha durado el proceso desde que encontraron la primera parte?
Aproximadamente, un mes. De hecho, seguimos en campaña de excavación y no cabría descartar la posibilidad de que algún otro fragmento apareciese. Quién sabe las sorpresas que nos depararán las otras habitaciones. ¿En qué zona del templo o palacio [los investigadores aún no saben cómo llamar al edificio] aparecieron?En
la parte este, en la parte delantera del patio, justamente donde encontramos el año pasado una pequeña escalera de adobe. En un pasillo o pequeña sala que está bordeada por un banco corrido para sentarse.
Comentan que no descartan encontrar los cuerpos... ¿Podrían pertenecer a figuras completas?
Ahora solo tenemos los bustos. En el caso de que fueran relieves enteros, habrían fragmentado solo las caras y quizá los cuerpos haberlos
dejado in situ. Quizá sean solo bustos. Son hipótesis que nos van surgiendo, pero es llamativo que solo sean caras y es verdad que cuando quieres romper la identidad de alguien, se quita el rostro. Eso se ve muy bien en el mundo egipcio y romano: cuando quieres borrar a algún emperador de la historia por lo que sea, lo que se hace en esas culturas es borrar su cabeza y su nombre en los epígrafes. Quizá [los rostros tartésicos] respondan a ese patrón, pero ojalá puedan aparecer los cuerpos, eso nos permitiría saber cómo iban vestidos, que sería increíble.
Permitiría identificar completamente a los individuos de esta civilización prerromana.
Claro, e irían acompañados de nuevos atributos que nos permitiría cerrar por completo la identificación, si son masculinas o femeninas, porque en estas cronologías y en el mundo mediterráneo los hombres también portaban joyería, aunque también es verdad que los hombres se suelen representar
barbados y en nuestro caso no tenemos ningún individuo con barba. Encontrar los cuerpos también nos permitiría identificar el sexo y saber qué tipo de ropa usaban, que no lo sabemos. Cuando
«Han sido muchos días de emociones porque los fragmentos no han aparecido todos juntos, sino en diferentes puntos de la habitación y a diferentes alturas»
«[El hallazgo de estos bustos] supone un cambio de paradigma y es histórico, como incluir un nuevo capítulo en la historia del arte»
hacemos representaciones, nos los imaginamos como los griegos y los fenicios, pero no los hemos visto nunca. Ahora sí hemos visto cómo estas mujeres portaban sus pendientes y estaban bellísimas. ¿Qué significa el hallazgo de
estos bustos? Es un cambio de paradigma, es un cambio histórico, como incluir un nuevo capítulo en la historia del arte. Tarteso tiene que aparecer representado en esos libros junto a la escultura griega, la escultura etrusca... ahora ya sabemos que Tarteso también tiene su manera de representar, no sabemos si a sus dioses, no sabemos si a sus aristócratas, pero hay escultura figurada. Poder verlos ahora es muy emocionante.
¿Se pueden equiparan con la Dama de Elche? No es que sea equiparable. Cada descubrimiento tiene su contexto y su importancia. Dentro de la cultura del mundo ibérico, la Dama de Elche supuso un hito y, en el caso de Tarteso, estos relieves supondrán un hito también. Al final no dejan de ser primas hermanas, tienen muchos rasgos semejantes, aunque la Dama de Elche es un poco más reciente. Creo que cada parte tendrá su lugar en la historia, que es lo importante. ●