Arcángel «Se falla al arte cuando se le pierde el respeto»
El cantautor presenta su disco donde ha contado con artistas como Leiva, Rozalén o Andrés Calamaro para producirlo
El arte y el flamenco corren por su venas desde pequeño. Francisco José Arcángel Ramos, conocido artísticamente como es un cantautor procedente de Huelva que, desde 1998, no ha parado de crear. En su último disco,
ha querido reinventarse y apostar por una manera diferente de hacer música con nuevos sonidos.
Arcángel,
Hereje,
¿Se considera un hereje?
Sí, creo que estoy practicando una herejía continua. Hay muchos temas espinosos, como son la política, la violencia de género, el sexo o la tauromaquia, en los que a mí me encanta tener la posibilidad de dialogar y de llegar a un acuerdo, pero parece que casi nunca es posible porque es ‘o conmigo o contra mí’. No creo que el ser humano tenga que estar instalado en el centro para no molestar a nadie. En el centro hay que estar, pero porque tú creas que es el equilibrio de la balanza, no por comodidad.
Dice que «encontrar músicos de otro género y entenderse a la primera no es nada fácil» y este disco lo ha compuesto
Lo difícil no ha sido combinarse con otros géneros porque lo que hicimos fue crear un denominador común. Desde fuera puede parecer que ha sido todo más complejo, y su parte de complejidad ha tenido porque nos pilló la pandemia y era un disco que sabíamos que no se podía hacer a través de una pantalla porque era de sensaciones, de encontrar arreglos adecuados y de ver cómo interpretarlo. Lo que estaba claro es que debía tener una estética común y que todos nos sintiésemos cómodos.
¿Qué ha aprendido con este proyecto?
El aprendizaje mayor es que te encuentras a personas que viven para el arte y que lo que más les importa es que este aflore y que las cuestiones comerciales queden en un segundo plano. Se puede dialogar desde el respeto con otros muchos géneros y utilizando herramientas y sonidos que a ti jamás se te habrían pasado por la cabeza. Por ello, lo que he aprendido es que hay que abrirse al mundo.
En estos tiempos en los que la música se lanza de manera masiva, rápida y con muchos arreglos de sonido, ¿considera que se está desprestigiando?
Creo que darle a la música ese carácter de inmediatez, desde luego, no es beneficioso. Si la música es buena viene para quedarse, no para ser consumida en diez minutos. Luego están las cuestiones técnicas, que creo que son un avance para la música, pero, si se usan mal, suponen un deterioro. Es cierto que puedes usar una herramienta que te ayude a que te lo haga más fácil, pero esto no se puede convertir en tu único discurso. Afortunadamente, tenemos la música en directo, que es el reducto donde los que son buenos músicos lo demuestran.
Así es. Lo que jamás me permitiría es fallar a lo que me hace vivir, que es el arte de la música. Se falla al arte cuando se le pierde la ilusión y el respeto. Parto de la premisa de que todos intentamos hacerlo lo mejor que podemos, pero el punto de partida nunca puede ser, o al menos para mí, el mero interés comercial. Eso me parece que es defraudar al arte y que, aunque no se puede ni se debe renunciar, evidentemente, a la dotación económica, puesto que cobras por tu trabajo, a mí, buscar el éxito comercial como alimento del ego no me interesa.
Si hablamos de flamenco, Rosalía o C. Tangana estarían entre los artistas que lo han llevado a lo
mainstream.
Creo que alguien se debe considerar dentro de un género cuando la mayoría de lo que ha hecho en su carrera está relacionado. Igualmente, eso no debe provocar un rechazo por ninguna de las partes. El flamenco no se debe molestar porque Rosalía o C. Tangana hagan lo que hacen, ni Rosalía y C. Tangana se pueden molestar porque el flamenco no los entienda dentro de su seno. Las etiquetas es algo que la sociedad rechaza mucho, y yo incluido, pero rechazo las que suponen un estigma; las que son aclaratorias, las aplaudo. Con lo cual, creo que ese ámbito de convivencia es el justo, pero afirmar que ellos parten del flamenco lo considero erróneo. De todas maneras, creo que al flamenco le vendría bien, tal y como pasa en la música clásica o en el arte, comenzar a nombrar las cosas por su nombre. Si diferenciamos el flamenco tradicional del moderno, evitaríamos el debate tedioso de la ‘pureza’ del flamenco.
Utiliza sus redes sociales para reflexionar. En ellas ha expresado que «hay que saber irse, abandonar el barco sin hundirlo». ¿En qué se basa?
Esta reflexión obedece a que en la vida te van sucediendo pequeñas fricciones que tienes que saber solventar con elegancia. Soy una persona con convicciones bastante marcadas y creo en que el camino que cada uno inicia, si nos circunscribimos al mundo artístico, tiene que ser el que te acompañe, es decir, tú ya pones la primera baliza y tienes que seguir la senda. No me gusta la gente que varía su discurso dependiendo del interés. En el terreno de juego está la razón, que nadie la tiene al cien por cien, pero donde se puede razonar hay sitio para llegar a acuerdos comunes.
Usted no es el único Arcángel en el panorama musical, también está un cantante de reguetón.
Sí, lo sé. De hecho, a mis hijos les gusta más ese tipo de música. Un día me llamó el mayor y me dijo: «He visto en internet que tienes millones de reproducciones». Y yo le dije: «Siento decepcionarte, pero no soy yo». Por lo que se ve, este chico es bastante prolijo en decir cosas que chirrían un poco y alguna que otra vez me han criticado en las redes sociales por algo que no había salido de mi boca. Pero bueno, son gajes del oficio.
«Rechazo las etiquetas que suponen un estigma; las que son aclaratorias, las aplaudo»
«Donde se puede razonar hay sitio para poder llegar a acuerdos comunes»
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