«La tragedia de Blanca tiene que servir para que no le pase a nadie más»
Lola preside la Fundación Blanca, que estrena documental para concienciar de la importancia de la salud mental también en el deporte
El apellido Fernández Ochoa es uno de los más queridos en España. Una familia de extraordinarios deportistas que han logrado éxitos inimaginables para nuestro país en un deporte con tan poca tradición –deportiva, al menos– en España como el esquí. Paco fue el que abrió el camino y su hermana Blanca (eran ocho) la que lo continuó, aunque su final fue mucho más trágico. En honor a ella, y para que lo que le sucedió no se repita, su hermana pequeña Lola –también olímpica, en Sarajevo 1984, pero que vio truncada su carrera por una lesión– creó la Fundación Blanca, que ahora estrena el documental
El viaje. La medalla de la salud mental,
para concienciar sobre un problema aún tabú en la sociedad actual.
¿Cuál es el objetivo de su Fundación?
Es apoyar al deportista, sobre todo cuando se retira. Pero para poder apoyarle en ese momento, hay que hacer una especie de seguimiento, hay que estar apoyando al deportista cuando está en activo, cuando se empieza a plantear que se va a retirar y sobre todo en el momento de la retirada, no el día después de la retirada.
Son muchos los deportistas que comentan que no han llegado preparados a ese momento.
Los deportistas que tienen una carrera larga, pues a lo mejor sí que se empiezan a plantear que después de unos Juegos Olímpicos, por ejemplo, llega el final. Pero es que hay muchos deportistas que se rompen una rodilla, como en mi caso. Me pasó en unos Juegos y se te acaba tu ilusión, tu mundo. Estuve 3 años sin hacer deporte, sin esquiar, hundida.
¿Cómo se prepara a deportistas jóvenes para ese momento?
Pues nunca lo han hecho hasta ahora. Un deportista tiene un entrenador físico, un entrenador técnico, un fisioterapeuta, y en el tiene que haber también un psicólogo. Pero no un psicólogo que solo te prepare para grandes competiciones. Su labor tiene que ser también para cosas que a un deportista le preocupan. staff
Muchas veces, cuando un deportista se retira, pasan al olvido y no sabemos todo lo que sufren entonces.
Nosotros somos ocho hermanos y seis hemos sido olímpicos. En mi familia tenemos el abanico entero. El que triunfó y fue mi hermano mayor Paco, que es verdad que nunca tuvo problemas laborales y fue una persona que también tenía un don de gentes muy especial. Luego tengo el caso extremo, que es mi hermana Blanca, que no quería ser reconocida porque el tema de la salud mental, para Blanca, se le desembocó happy, a lo bestia cuando se retiró. Pero luego tengo hermanos, yo entre ellos, que hemos llegado a ser olímpicos, hemos estado en el equipo nacional muchos años y somos ‘los hermanos de’. Con un orgullo tremendo, pero nadie sabe quién es Luis, ni Juan Manuel, y han sido campeones de Europa.
Al principio, cuando falleció Blanca, fue todo muy duro, y entonces nos metimos un poquito como las tortugas, en una carcasa, no queríamos sacar la cabeza. Yo lo hice incluso hasta por vergüenza. Vergüenza de... ¿cómo una familia, con lo que nos queremos, con lo que nos quiere la gente, que lo demostraron cuando buscaron a Blanca en la sierra, que se volcó toda España con ella... cómo nos puede pasar una cosa así?
Al principio era una sensación de no querer contarlo. «Blanca tiene un accidente», decíamos. Cuando hemos pasado el duelo, lo he entendido, porque me ha costado como hermana entenderlo. Y cuando por fin lo he entendido, he dicho ‘bueno, que esta tragedia se convierta en algo bonito’. Lo que le ha pasado a mi hermana Blanca tiene que servir para que no le pase a nadie más, pero no solo a deportistas.
El evento [la presentación del documental] lo hemos hecho con deportistas porque creo que son los ídolos y que una persona que nos esté viendo y que de repente vea que su gran ídolo ha tenido también problemas psicológicos, que ha tenido que recurrir a un psicólogo, yo creo que es fundamental. Todos tenemos amigos o un familiar que lo está pasando mal y hasta ahora era un poquito tabú.
¿Qué nos vamos a encontrar en el documental?
Hemos elegido a 15 deportistas de renombre y ellos nos han contado momentos de crisis que han pasado. Hay una periodista deportiva que nos cuenta desde el punto de vista mediático lo importante que sois los medios de comunicación. Cuando ganas, te ponen en primera página, pero luego hay veces que sois muy crueles.
Para enterrar somos muy rápidos en España.
Eso es de ser españolito (risas). También hay una psicóloga deportiva y una psiquiatra que hablan de que los deportistas son muy jóvenes y que se les somete a unas presiones tremendas. Este documental va de hablar de la salud, pero con el objetivo de que la sociedad vea que sus grandes ídolos han pedido ayuda.
¿Ha visto a esos deportistas receptivos a hablar de un tema como la salud mental?
Me emocionó que cuando empezó el proyecto, levantaba el teléfono y decía «Hola, ¿eres Carlos Sainz?». Le contaba el proyecto y me decía que por supuesto. Lo mismo con Ruth Beitia o Edurne Pasabán. Hay 15 deportistas, pero podría haber 200. Esto se lo debo a Blanca. La gente le tenía mucho cariño, no solo la sociedad, sino los propios deportistas, que la han tenido como un referente. Las muestras de cariño han sido increíbles. Ha sido una pena que ella no lo supiese.
«Hay que estar apoyando al deportista cuando está en activo, cuando se empieza a plantear que se va a retirar y sobre todo en el momento de la retirada»
«Recurrir a un psicólogo es fundamental. Todos tenemos amigos o un familiar que lo está pasando mal y hasta ahora era un poco tabú»
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