El Barça se proclama campeón de la Liga
Con la victoria en Cornellá, los azulgranas suman su título liguero 27 a falta de cuatro jornadas no fue rival. Los de Xavi Hernández sentenciaron el derbi en la primera parte
El Barça se proclamó ayer campeón de Liga tras golear sin demasiadas dificultades al Espanyol en el RCDE Stadium en un derbi catalán que quedó senteciado en la primera parte. Los de Xavi culminan así su gran solidez en la competición, en la que se llevan el título cuando aún faltan cuatro jornadas por disputarse. El planteamiento local era discutirle el balón a los de
Xavi Hernández y la receta colapsó. Los goles de Xavi Puado (1-4, min.73) y de Joselu Mato (24, min.92) no fueron más que anécdotas, puro maquillaje. El partido fue un monólogo del Barcelona, que no desaprovechó su oportunidad para atar el título. Los periquitos agotan peligrosamente sus cartuchos para salvarse.
El Espanyol avisó a los trece segundos con un disparo, desviado, de Joselu. Pedri puso la réplica a los seis minutos tras una jugada de Koundé. Ambos conjuntos calentaban motores en un derbi que arrancó con altas revoluciones. De todos modos, el suspense duró poco en el feudo blanquiazul.
Robert Lewandowski, en el minuto 11, picó con precisión una asistencia de Balde, que superó por velocidad a su marcador. El Barcelona subía escalones hacía el título. De hecho, aunque los blanquiazules no renunciaban a pelear por el balón, no llegaban a los dominios de Ter Stegen con claridad.
El derbi se pintó totalmente azulgrana de pronto. En el minuto 20, Alejandro Balde, de nuevo protagonista, puso el segundo de la noche. Superó la marca de Óscar Gil con sencillez, recibió un centro medido de Pedri, que desdibujó la defensa del anfitrión, y puso el 0-2 en el luminoso del RCDE Stadium.
El Barcelona era el dueño de la pelota y el Espanyol estaba encerrado en su campo. Los culés se gustaban en el verde blanquiazul y el anfitrión no enseñaba los dientes. El derbi parecía sentenciado y Lewandowski, otra vez y tras una asistencia de Rafinha, lo confirmó en el minuto 40.
En la reanudación, el atropello azulgrana continuó. No sirvieron de nada los dos cambios del anfitrión al descanso, ya que su rival puso el cuarto en el 53. Koundé se sumó al festival peinando con la cabeza un centro teledirigido de De Jong. Por si había alguna duda, LaLiga ya era del Barça.
Los de Xavi Hernández levantaron el pie del acelerador, aunque su superioridad seguía siendo clara. Los blanquiazules no presentaban credenciales para remontar. Además, Ter Stegen, en las pocas incursiones del Espanyol, como dos uno contra uno de Nico Melamed y Puado, se mostraba imperial bajo palos.
Las alegrías para los de Luis García llegaron muy tarde. En el 73, Puado picó el balón por encima del portero alemán y, tras consultarlo con el VAR, el 1-4 subió al marcador. Joselu, en el descuento, puso el segundo sobre la bocina, algo que maquilló el luminoso, aunque poco más. Un oasis en el dominio del Barcelona.
El FC Barcelona ha cumplido así con el objetivo prioritario de esta temporada, conquistar LaLiga después de tres campañas sin hacerlo y de una travesía por el desierto que los blaugranas empezaron a romper con la última Supercopa de España, conquistada ante el Real Madrid. La nueva era, con Xavi Hernández en el banquillo, ya da sus primeras alegrías.
Sigue la sequía en Europa, con una nueva eliminación en la Champions y después en la Europa League, pero el gran dominio en la Liga –con un amplio margen sobre los dos anteriores campeones, el Real Madrid y el Atlético– demuestra que el Barça ya está de vuelta tras varios años complicados. ●