Moreno acusa a Espadas de ser el consejero que dio el visto bueno al proyecto de Trebujena
Revela un documento en el que la Junta del PSOE autoriza las villas de lujo junto a Doñana emitirá en breve el informe de inundabilidad de los terrenos, que parece que será desfavorable
Mientras la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) termina de rematar su informe de inundabilidad de los terrenos, la polémica por el macroproyecto de lujo de Trebujena (Cádiz), que se ha convertido en motivo de un nuevo choque entre la Junta y el Gobierno, protagonizó ayer parte de la sesión de control en el Parlamento al presidente, Juanma Moreno, que acusó al secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, de impulsar el proyecto cuando fue consejero en la Junta.
Fue durante el cara a cara con el líder de la oposición cuando Moreno puso el tema encima de la mesa y aseveró que «si el PSOE gobernara en Andalucía, el proyecto urbanístico de Trebujena estaría construido». Y es que, según reveló, el consejero de Vivienda que dio el visto bueno al resort fue el propio Espadas, que dirigió el departamento entre 2008 y 2010. El proyecto, que contempla 300 villas de lujo, un campo de golf y un hotel cerca de Doñana en una zona de marismas desecadas, se remonta a 2003. Entonces, el Ayuntamiento de Trebujena, gobernado por IU, y un promotor privado firmaron un convenio para impulsar la iniciativa, lo que obligó al Consistorio a modificar su Plan General de Ordenación Urbana. Con los suelos ya declarados urbanizables, la Junta inició en 2007 la tramitación del Plan de Ordenación del Territorio (POT) de la Costa Noroeste de Cádiz y en 2009 abrió un periodo de alegaciones. El Ayuntamiento y la promotora presentaron las suyas y fueron parcialmente estimadas, dando así el visto bueno al «área de oportunidad de dinamización turística» de la zona, con una edificabilidad del 35%.
Según la memoria ambiental del POT, que 20minutos ha podido leer, la Junta socialista justificó el proyecto por plantearse en suelos «urbanizables», por lo que sus condiciones ambientales se presuponía «de nula o muy baja significatividad». Y añadió: «Junto a la potenciación del turismo de interior, esta nueva área es coincidente con el propósito de este plan de incrementar los usos naturalísticos y recreativos de la marisma junto a la que se ubica».
«En Andalucía falta agua, pero usted se mete en todos los charcos», le espetó Moreno a Espadas, para después cuestionarle: «¿A quién quiere engañar?, ¿a qué Espadas creemos, al de ahora o al de ayer?». El presidente también tuvo reproches para la portavoz de Por Andalucía, Inma Nieto, a la que acusó de «cinismo e hipocresía» y a la que recordó que el proyecto «nació» de un ayuntamiento gobernado por IU.
Tras varios días en los que el consejero de Medio Ambiente, Ramón Fernández-Pacheco, y la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, han protagonizado duros cruces de acusaciones en lo que supone un capítulo más de los enfrentamientos por Doñana, fue Moreno quien ayer pidió a Espadas que visite a la ministra «para pedir respeto por Andalucía», ya que «solo recibimos insultos».
La Junta insiste en que es la CHG quien tiene la última palabra en este proyecto. En este sentido, el Gobierno aseguró ayer que el organismo hídrico emitirá «de forma más o menos inmediata» un informe sobre la inundabilidad de los suelos, toda vez que Ribera ya afirmó que el proyecto no se va a autorizar.