Antonio Muñoz «Sevilla está viviendo una efervescencia que dista mucho de una ciudad fósil»
El alcalde en funciones y candidato del PSOE reivindica el «momento histórico» de la ciudad y está convencido de que repetirá en el cargo
«No se me puede reprochar permanecer de brazos cruzados con la limpieza»
Es la primera vez que se enfrenta a las urnas. ¿Cómo lo encara?
Ser alcalde de Sevilla es una gran responsabilidad, un orgullo y satisfacción. Lo afronto con la motivación de seguir gobernando, pues estamos en un momento histórico por la inversión pública y privada.
¿Cuál es la foto fija de Sevilla?
Es una ciudad viva, dinámica. Ha descendido el paro, han crecido las empresas, hay garantizadas 25.000 nuevas viviendas e inversión pública para superar uno de los déficits crónicos de las últimas décadas, la movilidad. La Agencia Espacial, la resolución de Abengoa... todo denota una efervescencia económica y social que dista mucho de una ciudad fósil o paralizada.
¿Qué diferencia hay entre la Sevilla que dejó Juan Espadas y la que usted gobierna?
Yo formaba parte de su Gobierno, por lo que no se ha producido un volantazo en la gestión pública, hay una continuidad. Aunque yo quizás haya puesto más el acento en intentar resolver problemas aparcados durante décadas, como el metro. Y en intentar diversificar nuestra economía. El turismo es nuestra columna vertebral, pero la transformación digital y la lucha contra el cambio climático tienen que estar en la acción de Gobierno si queremos afrontar el futuro con optimismo.
¿Qué le hace falta a Sevilla para vivir su segunda gran transformación?
Estamos en el camino adecuado porque hemos crecido en muchísimos aspectos. Pero esa efervescencia que le decía tiene que ir aparejada de infraestructuras de movilidad de una ciudad moderna. Hay que superar ese déficit crónico que ya estamos abordando, con diálogo con otras administraciones y poniendo Sevilla al servicio del interés general.
¿Seguirá adelante con el Plan Respira?
Sin lugar a dudas. Sevilla va tarde y, a medida que se desarrollen soluciones de transporte colectivo, se irá restringiendo el tráfico privado al centro. Es lo que hacen todas las ciudades, no hay opción si realmente nos creemos la lucha contra el cambio climático.
Si revalida su cargo, ¿cuál será su prioridad?
El próximo mandato tiene que ser el de la movilidad. También el de la sostenibilidad. Quiero una ciudad con más sombras y mucho más ambiciosa en la lucha contra las altas temperaturas. Y los barrios, no quiero que ninguno se quede descolgado de la bonanza económica de la ciudad.
Pues la oposición le acusa de tener los barrios abandonados. ¿Qué tiene que decir?
«Sevilla va tarde en la restricción del tráfico privado al centro histórico»
Los números cantan. Soy consciente de que hay todavía muchísimas necesidades, pero nunca ha habido un Gobierno que invierta tanto en los barrios.
«Decir que la ciudad es insegura es un insulto a la ciudadanía y a los agentes de seguridad»
En cambio, Sevilla sigue teniendo los más pobres de España.
Estos barrios tienen una dificultad añadida, la necesidad de transformarse socialmente, por lo que requieren una intervención integral. Y si somos conscientes de que hay una situación excepcional, lo que demando a los presidentes del Gobierno y de la Junta son soluciones excepcionales, un compromiso presupuestario.
Cuando llegó a la Alcaldía admitió que Sevilla podía estar más limpia. ¿Lo ha conseguido?
Hemos mejorado, hemos contratado a 130 personas, invertido en nuevos contenedores y adquirido maquinaria. Y eso se tiene que estar notando. Tenemos que continuar esa senda, pero no se me puede reprochar permanecer de brazos cruzados. Y, aunque no me estoy justificando, no hay que perder de vista que somos una ciudad que vivimos mucho tiempo en la calle, de grandes eventos y turística.
Tanto que incluso ha vuelto el fantasma de la masificación.
Es evidente que Sevilla se ha recuperado antes de tiempo después de la pandemia, y es una buena noticia, pero el crecimiento del aeropuerto y de los hoteles de cuatro y cinco estrellas traerán más flujo turístico y eso nos obliga a gestionar la ciudad de otra manera. Nosotros ya hemos modificado el PGOU para frenar el crecimiento de pisos turísticos, pero eso tiene que venir acompañada del decreto de la Junta.
¿Le sobran veladores a Sevilla?
Hay que mantener un equilibrio entre la ocupación del espacio público y la gente que quiere pasear. Y a veces es complicado. En pandemia fuimos muy generosos con la hostelería. Pero es el momento de que las aguas vuelvan a su cauce.
El botellón sigue siendo un problema, ¿cómo lo resolverá?
Hemos abierto por la noches los centros cívicos con actividades que nos han demandado los jóvenes, y me siento satisfecho con la respuesta. También hay que extremar la presencia policial. Pero quiero insistir en que la Policía multa todos los fines de semana, no está de brazos cruzados en este asunto.
Hablando de la Policía, ¿cree que Sevilla es insegura, como dice la oposición?
No es insegura, eso es radicalmente incierto e injusto, es una etiqueta que la derecha intenta asignarle a la ciudad para obtener rédito electoral. Pero me parece un insulto a la ciudadanía y también a los agentes de seguridad.
Los Grammy, Dior... ¿qué gran evento le queda por acoger a Sevilla?
Estamos trabajando en ello. Pero es gratificante cómo hemos ido creciendo con eventos que pensábamos que solo podían celebrarse en Madrid o Londres. Esto no cae del cielo, detrás hay muchísimo trabajo del Ayuntamiento y, sobre todo, perder complejos.