Laura García-Caro «Mi prioridad ahora es sentirme bien en el día a día»
Laura tiene entre ceja y ceja los Juegos de París. Allí espera sacarse la espinita de Tokio y rendir a su nivel: «Me gustaría estar cerca del podio»
Laura García-Caro (Huelva, 1995) se enamoró del atletismo cuando era muy pequeña. No tardó en pasarle lo mismo con la marcha mientras soñaba con ser como las marchadoras españolas que veía por la televisión desde su Lepe natal. Así arrancó una aventura que la llevó a mudarse a Madrid con una beca con apenas 17 años y que alcanzó su punto más alto al representar a España en los Juegos Olímpicos de Tokio.
Ahora, mientras estudia su segundo grado universitario, Psicología, atraviesa un momento complicado en su carrera deportiva a causa de unos «síntomas de covid persistente» que la atormentan desde diciembre. Por ello, ha decidido dar un paso al lado lo que queda de año para recuperarse por
completo para París 2024. «Mi prioridad es sentirme bien en el día a día y volver con fuerzas al año olímpico».
¿Qué le ha llevado a tomar esta dura decisión?
Desde diciembre he estado con síntomas de covid persistente, con dolores de cabeza y fatiga, que iban fluctuando, pero que no me dejaban entrenar con normalidad. De hecho, hacer ejercicio hacía que mis síntomas empeorasen por la tarde. Cada ‘x’ días de descanso mejoraba y empezaba a entrenar poco a poco, pero al llegar a cierta intensidad, volvía a recaer. Lo hemos intentado y pensábamos que nos daba tiempo a recuperarnos bien para el Campeonato del Mundo de Budapest pero, tras varias recaídas, la prioridad es sentirme bien en el día a día y volver con fuerzas al año olímpico.
¿Y ahora cómo afronta este 2023?
Lo he aprovechado para centrarme más en mis estudios de Psicología, ir a la universidad y pasar más tiempo con familiares y amigos. Tengo la suerte de estar muy bien rodeada, lo que me está facilitando enormemente este proceso.
¿Cómo le ha ayudado el estudio a la hora de sobrellevar la lesión?
En este periodo en el que no podía entrenar con normalidad, tener la universidad me aporta muchísimo a otros niveles y a tener un mejor estado de ánimo cuando las cosas no salen como esperábamos. Me ha ayudado a poner el foco en otras cosas y aprovechar el tiempo. Enfocar mi atención y energía en otra cosa que también me llena, me ha ayudado a sobrellevarlo mucho mejor.
Es su segunda carrera tras graduarse en enfermería...
Siempre he estado vinculada a la Universidad, primero con Enfermería y ahora con Psicología. Aunque a veces no es fácil compaginarlo, creo que me ha venido bien tener dos frentes a los que dedicarme. La formación me gusta y lo hago porque me llena.
¿Y por qué ahora Psicología?
Porque me encanta trabajar con personas y porque tiene mucha relación con salud. Esas han sido las claves. La psicología me está fascinando, porque creo que el comportamiento humano es muy interesante y siempre me ha gustado entender qué motivaciones tiene cada uno, qué nos mueve a hacer unas cosas y no otras, y poder ayudar a quienes realmente lo están pasando mal.
¿Se plantea dedicarse a la psicología deportiva?
Me gusta la psicología clínica en varios ámbitos, pero es verdad que a la deportiva me gustaría dedicarle un poquito. Ojalá pueda compaginar las dos porque realmente me llenan las dos y no me gustaría dejar ninguna. Nuestra experiencia deportiva y todo lo que estamos viviendo creo que puede ser bastante útil.
Habiendo estudiado enfermería, ¿cómo vivió la pandemia?
No ejercí en esa etapa porque estuvimos pendientes de si iba a haber JJOO. Me pareció superduro lo que tuvieron que pasar los sanitarios porque una situación nueva que no sabemos cómo afrontar produce muchísimo estrés, más aún cuando está muriendo muchísimas personas y tenían hasta que elegir a quién podían atender y a quién no. Parece que esos meses fueron los únicos duros y han estado muchísimo tiempo lidiando con una situación de sobrecarga laboral brutal. Se debería valorar muchísimo más los trabajos de profesiones sanitarias porque, ya no es solo todas las condiciones que tienen, sino la responsabilidad que tienen trabajando con la salud de las personas.
«La psicología me fascina; siempre me ha gustado entender las motivaciones de cada uno»
Pudo participar en Tokio 2020, ¿cómo lo vivió?
Tengo sentimientos contradictorios. Por una parte, nunca olvidaré la experiencia olímpica, es algo que nos marca para siempre. Pero, por otra parte, el mal sabor de boca de la competición... Tuve muy malas sensaciones, estuve en pit-lane [una sanción de dos minutos] por la técnica y no pude ser competitiva en una prueba tan importante. Es mucho más doloroso que en cualquier otra competición. ¿Qué aprendió de aquello? Creo que ese fracaso en los Juegos Olímpicos hizo que en 2022, desde el primer momento, estuviéramos trabajando en la técnica y pude cambiarla casi por completo. Me dio la oportunidad de competir en alto nivel, ser mucho más competitiva y obtener mejores resultados.
¿Se ve ahora más preparada para los Juegos de París?
«Me pareció superduro lo que tuvieron que sufrir los sanitarios durante la pandemia»
Me da más confianza. A ver si superando ya este bache puedo entrenar bien y, con la técnica más pulida, hacer un buen papel allí. ¿Qué espera de París? Me gustaría competir en 20 kilómetros. Espero estar lo más arriba posible, acercándonos al podio o subirme a él.
¿Por qué la marcha? Empecé en atletismo con 8 o 10 años. Con esa edad probamos todas las disciplinas. Hubo un momento en el que plantearon la marcha en un control de Huelva y yo probé junto a otra compañera de Lepe. Al principio no sabía la técnica y se me dio muy regular, pero, poco a poco la fui entrenando.