El Betis se queda sin pólvora y se atasca ante el Alavés
Enlazan su segundo partido sin marcar en el Benito Villamarin deja a los andaluces en séptima posición, fuera de Europa, con 39 puntos
Betis y Alavés firmaron las tablas sin goles anoche en el Villamarín en un duelo en el que los verdiblancos dominaron, pero en el que también volvieron a acusar la ausencia de pólvora. Los vitorianos, ordenados, sacaron un punto de oro del feudo verdiblanco, mientras que los hombres de Pellegrini sumaron su cuarto tropiezo consecutivo en casa y cayeron hasta la séptima posición de la tabla, fuera de los puestos europeos.
El choque comenzó igualado, con el Alavés en busca de rápidas llegadas, como la que propició a los dos minutos un gol anulado a Samu Omorodion por un fuera de juego previo de Luis Rioja. A partir de ahí, el Betis presionó con intensidad arriba y robó balones, pero le faltó encontrar posiciones de remate.
Abde, más activo por la izquierda que en otros partidos, lo intentó sin éxito de cabeza al filo del primer cuarto de hora, pero el balón salió fuera tras un centro de Fekir, y poco después replicó Samu, pero que estuvo muy bien vigilado por Pezzella.
El primer tiempo siguió equilibrado, sin un dominador claro, pero con un mayor empuje en ataque de los verdiblancos, que, no obstante, fueron muy poco resolutivos en sendos intentos del Chimy y de Abde.
En la reanudación cambió un poco el decorado, tras una primera mitad anodina, pues el Betis se hizo con el mando en el medio campo, apretó más y, con muchos robos de balón en zonas de riesgo para el Alavés, rondó el gol en el primer cuarto de hora.
La mejor opción la tuvo Juan Miranda, en un remate llegando desde atrás, aunque Sivera evitó el gol con un paradón a los 48 minutos. Cinco más tarde, Cardoso disparó con peligro, pero el tiro se estrelló en un defensa y en el 59 Fekir reclamó penalti por un choque con Abqar en el área.
Manuel Pellegrini buscó meter más pólvora con la entrada de Cedric Bakambu, Willian José y Rodri Sánchez. Y fue el congoleño, último refuerzo del Betis en incorporarse tras jugar la Copa África, quien oxigenó el ataque local. Suyo fue el centro lateral que interceptó con seguridad Gorosabel antes del inminente remate de Rodri y el disparo cruzado que pudo cambiar el signo del partido en el 86’, antes de que el cuadro vasco diera un paso adelante y llegara a reclamar un penalti por una mano de Sokratis que el árbitro no consideró segundos antes del pitido final.●