20 Minutos Sevilla

LA FIEBRE POKÉMON NO ENTIENDE DE EDAD

Tras ocho años del estreno del popular videojuego de realidad aumentada, el número de usuarios se ha incrementa­do hasta llegar a los 81 millones.

- MIRIAM COS miriam.cos@20minutos.es / @miricosm

Es sábado y en el barrio madrileño de Vallecas un jubilado camina, aparenteme­nte despistado, entre calles. Se para junto a una farola, vuelve a andar, se detiene de nuevo... siempre sin levantar la cabeza del móvil. Mofrechu, como así se le conoce en el videojuego Pokémon Go, de Niantic, juega con dos teléfonos móviles y tres cuentas distintas a ser el mejor entrenador. Ha creado rutas (caminos que recorrer en los que cumplir misiones) y está transitand­o una de ellas. Mofrechu lleva años jugando. «Por culpa de mi hijo»,

dice sentado en un banco mientras deja un Chansey (pokémon de tipo normal y de primera generación) en cada uno de los gimnasios que hay en una pequeña bocacalle.

El perfil del perfecto entrenador Pokémon se diluye en los más de 81 millones de usuarios que actualment­e, a marzo de 2024, juegan en todo el mundo, según datos de la web especializ­ada Activeplay­er. El videojuego de realidad aumentada, que se basa en datos de localizaci­ón, nació en 2016 y supuso todo un boom. Ahora, ocho años después de su estreno, sigue aglutinand­o usuarios y muchos superan los 40 años. Algunos incluso más, como Mofrechu.

«Conocemos jubilados que salen a cazar, es un perfil bastante habitual», dicen Pepe y Jose sentados frente al monumento a Alfonso XII, en el Parque del Retiro. También es sábado y el buen tiempo se ha unido a uno de los eventos del juego que se celebran cada fin de semana (momentos especiales en los que se pueden cazar ciertos pokémon), normalment­e en esta área de Madrid, ya que está plagada de las llamadas Pokeparada­s. Ellos dicen que tienen 37 y 43 años respectiva­mente y, mientras atienden a 20minutos, no levantan la vista (ni el dedo) de los dos móviles con los que juegan cada uno.

«Empecé a jugar hace cinco años por curiosidad y ahora salgo bastante», reconoce Pepe, que no ha querido decir su nombre real, por vergüenza a que se le reconozca como entrenador Pokémon. Lo dice con pereza, está pendiente de atrapar los mejores ejemplares de la tarde y se le nota algo disgustado con la entrevista.

Un poco más allá, en la misma plaza, Víctor no oculta el ansia por atrapar cada uno de los bichos que aparecen en el juego. Tiene 37 años y comenzó a jugar en Navidad. «Lo hago por mis sobrinos, les gusta mucho, así que cazo y luego les enseño lo que he conseguido», explica, a la par que reconoce que le ha cogido «el gusto».

En esa zona es difícil encontrar a gente mayor. Entre los congregado­s, que pese a que quedan a través de grupos desde una aplicación vinculada al juego no se relacionan, se encuentran Iván (25) y Roberto (24). Ellos son de la denominada generación Pokémon. Cuando eran pequeños el estallido de la franquicia era tal que han vivido de pleno todo lo que tiene que ver con el juego. Incluidos los Pokémon Go Fest, como el que se celebrará en junio en el parque Juan Carlos I de Madrid.

«Hemos ido varias veces a este tipo de eventos, en Barcelona, Sevilla e incluso Liverpool», comentan, mientras Iván muestra una cartera de Charmander que se compró en una de estas fiestas.

Roberto e Iván, además, han conseguido que otro amigo, también llamado Roberto y de 27 años, se una al equipo para salir de caza. «Llevo dos meses jugando. He empezado porque ellos me han animado», sostiene. «Para mí lo más beneficios­o del juego es que te hace salir de casa», añade. «Por vuestra culpa», increpa entre risas a sus amigos.

Tras muchos años jugando, desde el principio, ellos también dejan claro que hay gente de cierta edad aficionada al videojuego, aunque sean una suerte de Santo Grial a la hora de hallarlos. «En La Fortuna, en Leganés, hay una pareja de más de 50 años que tiene 17 cuentas y lleva seis móviles».

Y entre todos ellos no falta un padre junto a su hijo adolescent­e. Con cierto desconcier­to, el hombre, que no quiere identifica­rse, asegura ser el «ayudante» de su hijo, Abel, de 14 años. Ambos juegan con su propio móvil, aunque dicen a este periódico que desde la misma cuenta.

Según el padre, ambos salen a cazar los monstruos desde 2020. «Me divierte, me doy un paseo y, encima, él se lo pasa bien», manifiesta. «Soy el ayudante estrella», repite, «solo el ayudante». Mientras se alejan, en dirección a la estatua, ambos miran sus pantallas y el chaval grita: «¡Aquí hay uno!». Solo queda una hora para que termine el evento y el eslogan del juego siempre ha estado claro: ¡Hazte con todos!

 ?? M. C. ?? Víctor, de 37 años, juega a Pokémon Go como coleccioni­sta.
M. C. Víctor, de 37 años, juega a Pokémon Go como coleccioni­sta.
 ?? M. C. ?? Un jugador de Pokémon Go muestra su móvil.
M. C. Un jugador de Pokémon Go muestra su móvil.

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