Disturbios y casi 300 detenidos en las masivas protestas de Francia
Los sindicatos franceses sacaron a la calle ayer a cientos de miles de personas con ocasión del 1 de mayo, en una nueva prueba de fuerza contra la reforma de las pensiones, la decimotercera desde comienzos de enero. Los líderes de las centrales sindicales, que volvieron a desfilar juntos (algo que no ocurría en un 1 de mayo desde 2009), calificaron de «histórica» esta movilización, aunque una parte del protagonismo informativo lo volvieron a capitalizar los grupos violentos.
La Confederación General del Trabajo (CGT) indicó que hubo 2,3 millones de manifestantes en todo el país (550.000 en París), lo que según su propia contabilidad sería el segundo día con mayor participación desde que empezó el 19 de enero el movimiento contra la reforma de las pensiones. En cambio, el Ministerio del Interior contabilizó 782.000 manifestantes en todo el país y 112.000 en la capital.
Aunque los cortejos se desarrollaron sin incidentes en la inmensa mayoría de los 300 que se habían organizado por todo el país, hubo diversos altercados en Nantes, Lyon, Toulouse o, sobre todo, en París. En la capital, las escaramuzas fueron continuas a lo largo de todo el recorrido de la manifestación entre la plaza de la República y la de la Nación entre las fuerzas del orden y grupos radicales, que reventaron escaparates y vitrinas de comercios o entidades financieras y quemaron contenedores y todo tipo de mobiliario urbano.
La policía replicó con cargas, gases lacrimógenos y el uso al final de la marcha de camiones con cañones de agua a presión para dispersar a los alborotadores y también para extinguir un incendio en los bajos de un edificio en la plaza de la Nación. Uno de sus agentes resultó herido de gravedad por las quemaduras causadas por el impacto de un cóctel incendiario. Al cierre de esta edición (las 23.30 horas), las autoridades llevaban contabilizados 291 detenidos en todo el país y 108 agentes del orden heridos.