«Espero y deseo que entre Podemos, pero es posible un Botànic a dos»
¿Ve riesgo real de un vuelco a la derecha en el Gobierno valenciano?
Le voy a ser sincero y mirándole a los ojos: creo que hay un tercer Botànic. Evidentemente, va a estar muy ajustado y por eso la movilización es absolutamente necesaria. Llevo muchas campañas a mis espaldas y no veo la percepción de que haya ganas de cambio, como en 2015.
¿Qué significaría en su opinión si se produjera?
Sería catastrófico, como en Madrid, donde las tonterías diarias no dejan hablar de sanidad o de residencias. O en Castilla y León, donde hay un vicepresidente que tiene ocurrencias como combatir los incendios con un concierto donde al final no ha querido ir nadie. Cuando la derecha habla de bajar impuestos eso quiere decir recortes, porque el dinero es el que es. ¿De dónde? ¿Los niños valencianos volverán a pagar los libros? ¿Volverá el copago farmacéutico? ¿Habrá menos profesionales en educación y sanidad?
¿Teme que Podemos no llegue al listón del 5% y acabe afectando a la reedición del Botànic?
Espero y deseo que entre. Pero hay escenarios en los que el Botànic es posible a dos, como en el Ayuntamiento de València.
En el caso de de una negociación de un tercer Botànic, ¿defiende partir de cero o repetir la fórmula del llamado mestizaje de los gobiernos anteriores?
Lo hemos hablado, pero no está decidido. Ha habido un mestizajes que ha funcionado, normalmente, cuando el conseller o consellera era de Compromís.
Educación ha sido un ejemplo perfecto. Tras el 28-M, si hay mayoría para formar gobierno, lo tendremos que hablar.
¿Qué papel jugará Compromís en Sumar?
El tiempo lo dirá. En estos momentos debemos estar centrados en el ahora y aquí. El futuro empezará a dibujarse el 29 de mayo. Nosotros hemos demostrado que somos capaces de llegar a acuerdos.
¿Qué exigiría su formación?
Si es un pacto donde todos nos sintamos cómodos, donde se respete la singularidad de Compromís como sujeto político valenciano y se nos respete nuestra capacidad de tomar decisiones, estamos abiertos a cualquier posibilidad. O digo más, las relaciones personales buenas ayudan a conseguir acuerdos y mi relación personal con Yolanda Díaz es absolutamente cordial, magnífica. Creo que es la mejor ministra de Trabajo que ha habido.
Esa buena relación personal, ¿significa también sintonía política?
Evidentemente. Nosotros, a pesar de lo que se diga, hemos votado prácticamente todo lo que ha presentado este Gobierno. Porque entendíamos que, aunque no fuera todo a lo que aspirábamos, siempre era mejor dar dos pasos adelante que no dar ninguno. Por ejemplo, con la reforma laboral o con la ley mordaza. ●