El PP defiende la nueva ley educativa y la oposición dice que excluye al valenciano
LES CORTS validan hoy la admisión a trámite de cinco normas que desactivan las que aprobó el Botànic LA IZQUIERDA denuncia que PP y Vox quieren «eliminar» la lengua propia; la coalición ve el fin de la «imposición»
jlobrador@20minutos.es / @jlobrador
El primer desmontaje del andamiaje legislativo del anterior Consell del Botànic echó ayer a andar con el debate de la toma en consideración de cinco modificaciones legislativas en Les Corts: la de libertad educativa, concordia, À Punt, transparencia y Agencia Antifraude. Las cuatro primeras han sido impulsadas conjuntamente por los grupos parlamentarios que conforman el Consell, PP y Vox, mientras la última fue presentada en solitario por los populares. La sesión de ayer en Les Corts evidenció el cambio político registrado en la Comunitat Valenciana con las elecciones del 28 de mayo del pasado año. Mientras los socios del Consell describieron el de ayer como un día «feliz» por cumplir con sus programas y acabar con « sesgos partidistas », la oposición elevó el tono al hablar de día «negro» y «de la infamia», y advirtió que llegará «donde sea» ante esta «involución democrática». La mayoría formada por PP y Vox validará hoy con sus votos la tramitación de este primer paquete legislativo.
Uno de los intercambios dialécticos más encendidos se produjo durante el debate de la nueva ley de libertad educativa que recupera el sistema de líneas en castellano y valenciano frente al sistema de porcentajes del 25% como mínimo en cada idioma cooficial que impulsó el Botànic en su ley de plurilingüismo. De hecho, la futura norma, de 30 artículos, derogará el texto impulsado por la izquierda, lo que despertó duras críticas por parte del PSPV y Compromís, que aseguran que se quiere eliminar la lengua propia de las aulas valencianas. El PP sostiene que va a acabar con la «imposición» del valenciano y que su objetivo es «promoverlo», ya que serán los padres los que elijan la lengua base de la enseñanza de sus hijos
y se darán certificaciones automáticas del valenciano al cursar la materia.
En la defensa de la propuesta, el diputado del PP Juanfran Pérez Llorca manifestó que el objetivo es que se tenga en cuenta las singularidades de la Comunitat Valenciana, en alusión a las comarcas de predo
minio lingüístico castellano, y que ningún territorio se sienta «discriminado, como hasta ahora», tras ocho años de «imposición» de la lengua propia en la educación.
El también secretario general del PP acusó a la izquierda de «generar rechazo a una lengua muy bonita, que se tiene que
cuidar», lo que no se puede hacer con «imposición», y replicó a las acusaciones de la oposición de que esta ley es una «infamia» por «negar que los padres puedan votar la elección de la lengua» en que estudian sus hijos.
La diputada de Vox Julia Llopis afirmó que esta ley «antepo
ne el interés del alumno y la libertad de las familias por encima de cualquier interés político» y frente a la «descomunal imposición lingüística», respeta «por igual» el valenciano y el castellano y evitará las «barreras lingüísticas» para el alumnado que llega de otros países a la Comunitat.
Frente a esta argumentación, el socialista José Luis Lorenz reprochó que PP y Vox busquen «instaurar el pensamiento único» y quiten oportunidades a los niños y niñas «eliminando el valenciano de las aulas », pues con esta ley, en su opinión, el alumnado no tendrá los mismos derechos, porque no conseguirá tener las mismas oportunidades.
Según recordó, el proyecto lingüístico de cada centro lo determina el consejo escolar, en el que están representadas las familias; criticó que se quiera volver al modelo de antes de 2015, basado « en la segregación»; y aseguró que el objetivo es hacer desaparecer de las aulas el valenciano, «la principal seña de identidad de los valencianos».
El diputado de Compromís Gerad Fullana dijo que me