Paula Santana

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Gaceta Sanitaria.

20minutos

Universidad de Alcalá en 2022, partió junto a su novia a Noruega en busca de un futuro mejor. Se establecieron en el pequeño municipio de Fitjar, al sur de Bergen, en enero de 2023. Después de varios contratos temporales en pisos tutelados y atención domiciliaria, ya cuentan con uno fijo en una residencia para personas con demencia. Según explica Sánchez a este diario, una vez te hacen indefinido ya no te pagan el alojamiento, pero se puede negociar que el empleador te cubra parte de esos gastos, como ha conseguido él. Además de los sueldos que pueden llegar hasta los 4.700 euros al mes, el joven destaca otra diferencia respecto a España: la relación con los médicos. «Nos escuchan y nos consideran una parte esencial porque somos quienes más tiempo pasamos con los pacientes en el día a día», explica.

María Guillén, alicantina de 24 años, se marchó en junio de 2022. Su periplo noruego ha durado año y medio y la ha llevado por diferentes lugares del país encadenando contratos temporales. «En el norte es más fácil negociar al alza el salario porque hay mucha demanda de empleo, además la luz está prácticamente regalada y se pagan menos impuestos». No obstante, a ella el sueldo no le compensaba. «Es alto, pero la vida también es más cara». Su paso por Noruega le ha enseñado que «la vida es ahora, no mañana». De nuevo en Alicante, trabaja en un centro de diálisis: «Cuando miro la nómina digo ‘ays’, pero soy más feliz».

Quien no piensa en volver es Aroa Couto, natural de San Clemente (Cuenca). Con 26 años cuenta ya cuatro primaveras en Noruega. Marchó para «conocer una cultura nueva» y ha formado una familia con un enfermero noruego con quien se ha comprado un piso y tiene un bebé de un mes. El país le ha dado «estabilidad y tranquilidad». De su trabajo destaca el enfoque de cuidado íntegro del paciente como persona. «Es absolutamente un cuidado integral del paciente, tener tiempo para tomarte un café con él, saber cómo se siente, qué le gusta, qué piensa... Todo esto ayuda mucho a la recuperación». ●

El Reino Unido era hace diez años el destino estrella de las enfermeras españolas que buscaban experiencia laboral en el extranjero, pero actualmente Noruega es el nuevo ‘edén’ del sector. Así lo recoge un informe publicado por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria sobre la escasez de enfermeras en España. «El país que despierta mayor interés entre las tituladas en España es Noruega, que entre 2017 y 2021 registró 1.260 solicitudes, de las cuales 906 se han resuelto positivamente de manera automática, 346 constan pendientes de resolución y tan solo 8 se han resuelto negativamente», reza el artículo, publicado en Paula Santana de Jesús es una de ellas. Graduada en Enfermería por la Universidad de Sevilla en 2023 y tras cuatro meses de verano trabajados en el País Vasco, hace apenas un mes que esta joven de 22 años llegó a la localidad de Lyngdal. Allí trabaja en una residencia de larga estancia de pacientes con demencia. «Siempre he tenido claro que quería irme a trabajar fuera. El Sistema Nacional de Salud de España es el mejor para los pacientes, pero no trata tan bien a los trabajadores », cuenta a por teléfono. Paula ya tiene un contrato temporal por el que trabaja por turnos de mañana, tarde o noche. A la semana realiza 37 horas y media a razón de 22 euros la hora. «Los festivos también los pagan muy bien», agrega, y relata que la ratio habitual es «de dos a tres» pacientes por enfermera y, «como mucho, cuatro o cinco, pero no graves. La ratio es menor y el salario, mucho más alto», resume. Otro ejemplo es el de Charles Sánchez, un joven de 23 años nacido en República Dominicana y criado en la ciudad de Madrid. Tras graduarse en la