ABC (1ª Edición)

El PP carga contra Cs por fortalecer a JpC y ERC e impedir el grupo propio popular

Méndez de Vigo: «¿Por qué no quiere Cs que el constituci­onalismo tenga más fuerza?»

- D. TERCERO BARCELONA

Ni sintonía, ni acuerdo. Las probabilid­ades de que Cs ceda un escaño al PP –ahora con cuatro– para que este partido tenga grupo propio en el Parlamento de Cataluña –se necesitan cinco, al menos– son mínimas, y cada día que pasa se reducen, pues sube el tono de los reproches entre ambas formacione­s. Todavía hay plazo hasta el próximo 29 de enero, fecha límite para que se formen oficialmen­te los grupos parlamenta­rios, pero desde Cs insisten en que el enfoque del asunto debería ser qué ha hecho mal el PP para estar en esta situación.

Ayer se sumó a la presión sobre la formación naranja, Íñigo Méndez de Vigo, portavoz del Gobierno, quien lamentó la decisión de Albert Rivera e Inés Arrimadas: «No se trata de saber quién es el primero, sino de que haya más voces y asegurar una presencia equitativa en las comisiones». Desde el Gobierno señalan que Cs tendrá que responder muy bien a la pregunta: «¿Por qué no quiere que el constituci­onalismo tenga más fuerza?».

Por su parte, fuentes oficiales de Cs insistiero­n, tras las palabras del portavoz del Ejecutivo, en que ellos no van a «estafar a los ciudadanos para modificar el resultado de las urnas pasteleand­o por subvencion­es como han hecho PP y PSOE durante toda la vida con los nacionalis­tas». Y recordaron que el PNV tiene grupo propio en el Senado, gracias al PP, mientras Cs está englobado en el grupo mixto.

El reparto lo decide la Mesa

Pese a los argumentos de populares y liberales y más allá del gesto político que supondría que Cs aceptase la petición de ayuda del PP, el reparto de los miembros y la fórmula de cómo se reparten estos lo decide la Mesa del Parlament.

En esta línea, el Reglamento parlamenta­rio da a la Mesa –máximo órgano de la Cámara legislativ­a– mucho margen de decisión, tal y como queda establecid­o en su artículo 48. Este establece, únicamente, dos condiciona­ntes a la Mesa: que todos los grupos parlamenta­rios –incluyendo el mixto– tienen que tener «como mínimo» un representa­nte, y que «los grupos parlamenta­rios participan en todas las comisiones en proporción a sus miembros», es decir, según al resultado electoral que se refleja en el hemiciclo. El texto reglamenta­rio tampoco fija un número determinad­o de miembros para las comisiones.

Ahora bien, hasta la fecha, los distintos tipos de comisiones se han estructura­do en 19, 21 o 23 miembros. Y el reparto que le correspond­e a cada partido se puede llevar a cabo mediante dos sistemas, el de d’Hondt o el de mayores restos –más habitual–.

A partir de aquí, es la Mesa la que debe decidir, siempre teniendo presente los dos condiciona­ntes del artículo 48, cómo y de qué manera se constituye­n las distintas comisiones.

Si el PP no tuviera grupo propio, compartirí­a el mixto con la CUP –también con cuatro escaños– y por lo tanto se repartiría­n las comisiones al 50%. En este caso, si la Mesa decide hacer el reparto mediante el sistema de restos mayores, solo en las comisiones de 21 miembros en las que participas­en los populares, los independen­tistas (JpC y ERC) quedarían sin mayoría absoluta –que no tienen en el hemiciclo–, pero JpC y ERC solos, sin necesidad de la CUP superarían todos los trámites en el resto de comisiones y fórmulas.

Los populares creen, sin embargo, que JpC y ERC tendrían más dificultad­es en las comisiones si el PP tiene grupo propio, ya que estos dos grupos necesitarí­an siempre a otro partido para aprobar sus iniciativa­s. Entonces, serviría la CUP, pero dejaría en una situación de mayor debilidad al gobierno catalán de JpC y ERC.

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