Turquía ataca a las milicias kurdas protegidas por EE.UU. en Siria
Washington planeó crear una fuerza fronteriza con los guerrilleros
Turquía abrió un nuevo frente en la guerra de Siria, al comenzar el «bombardeo transfronterizo» de Afrín, enclave kurdo del noroeste del país vecino, tal y como anunció el ministro de Defensa, Nurettin Canikli. La operación anunciada hace días por el presidente, Recep Tayyip Erdogan, arrancó «sin cruce de frontera» por parte de las tropas turcas, matizó Canikli, quien adelantó que el objetivo final es que «todas las redes y elementos terroristas en el norte de Siria sean eliminados». En esta primera fase Turquía apoyará a milicianos del Ejército Sirio Libre (ESL) y los diarios turcos informaron del cruce de 20 autobuses con combatientes de este grupo opositor apoyado por las autoridades de Ankara a una zona próxima a Afrín.
El ataque de Erdogan está dirigido contra las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en inglés), el brazo sirio del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que desde el estallido de la guerra en Siria se han convertido en el gran aliado de EE.UU. en la guerra contra Daesh, y que sin combatir directamente al Gobierno de Damasco, han conseguido un grado de autonomía para los kurdos de Siria impensable antes de 2011. Este fortalecimiento de las YPG y su intento de unir los tres cantones que componen el Kurdistán de Siria preocupan a las autoridades de Ankara, que consideran al mejor aliado de EE.UU. un «grupo terrorista».
Los mandos militares kurdos informaron del impacto de al menos setenta proyectiles en Afrín y su portavoz, Rojhat Roj, declaró a Reuters que se trata del «mayor bombardeo realizado por Turquía» hasta el momento. El malestar turco se disparó a comienzos de semana tras el anuncio por EE.UU. de un plan para formar una fuerza fronteriza que se encargara de evitar del regreso de Daesh a la zona. Washington anunció su intención de crear un cuerpo de unos 30.000 hombres en el que los kurdos serían su columna vertebral. Erdogan respondió de forma inmediata diciendo que atacaría a esta fuerza antes de que pudiera desplegarse.
Tras el inicio de las hostilidades en Afrín, el secretario de Estado, Rex Tillerson, quiso rectificar y negó cualquier proyecto de crear un cuerpo de este tipo en la frontera en un intento por calmar los ánimo de Erdogan, que es un aliado clave en la OTAN.