La excúpula de Caja Segovia, a juicio por sus prejubilaciones
La excúpula de la extinta Caja Segovia sí tendrá que sentarse finalmente en el banquillo por el caso de las prejubilaciones millonarias que supusieron el reparto de más de 17 millones de euros entre ocho de sus directivos en la recta final de la entidad antes de su integración en Bankia. Así lo ha acordado la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 y de lo Mercantil de Segovia, que lleva al banquillo a once personas y la entidad aseguradora Caser por delitos –no a todos los mismos– que incluyen apropiación indebida agravada, administración desleal o partícipes a título lucrativo del reparto de esa millonaria cantidad. La magistrada, Silvia Conde, pese al criterio de la Fiscalía, que pedía el sobreseimiento provisional de la causa, entiende «a la vista de los distintos escritos de acusación» por parte de la Fundación Caja Segovia –heredera de la entidad–, IU y la Confederación Intersidical de Cajas (CIC) hay motivos para la apertura de juicio oral, que traslada a la Audiencia.
Además, en el auto, con fecha 18 de enero, da un plazo de 5 días para que los procesados presentes fianzas millonarias que superan los 51 millones de euros, en función de los delitos que se les imputan. Atilano Soto, expresidente de Caja Segovia, y Manuel Escribano, exdirector general, son dos de los que se enfrentan a una mayor pena, según las acusaciones, que piden para ellos entre 3 y 8 y 9 años de cárcel. Están acusados de apropiación indebida agravada (por las cantidades) manejadas) y administración, al igual que Elena García Gil, Miguel Agudíez, Antonio Tapias y Enrique Quintanilla. Entre los seis deben hacer frente a una fianza de más de 24,45 millones. A más de 18 se eleva la de Caser y otros cinco, por partícipes a título lucrativo, también tendrán que sentarse en el banquillo.