ABC (1ª Edición)

La gran empresa deberá someter a auditorías el sueldo de sus empleados

El Gobierno quiere comenzar una cruzada contra la desigualda­d en las nóminas, como han hecho en Alemania, Islandia y próximamen­te Reino Unido

- SUSANA ALCELAY

Islandia, Alemania, Reino Unido... El camino hacia la igualdad de sueldos lo han comenzado a andar ya varios países. Todos están poniendo en marcha iniciativa­s legislativ­as para combatir la brecha salarial entre lo que cobran de media los hombres y las mujeres. Auditorías, transparen­cia salarial o incluir en la legislació­n el concepto de igual retribució­n son medidas compartida­s para un problema al que España no es ajena.

Según datos de la Comisión desde el 3 de noviembre y hasta final de año las mujeres europeas trabajan gratis. Y eso es así a pesar de que la brecha en el conjunto de los 28 países de la UE pasó del 16,7 en 2016 al 16,3 en 2017, según estos mismos datos. En el caso de España, el salario medio bruto por hora que perciben las mujeres es de media un 14,9% más bajo. Es decir, que trabajaron gratis desde el pasado día 8 de noviembre hasta final de año al igual que en 2016, según iniste el sindicato UGT.

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ya ha presentado a sindicatos y empresario­s una batería de medidas sin precedente­s para lograr que los salarios por sexos se acerquen, teniendo en cuenta que en 2016 el sueldo medio de los hombres ascendía a 2.075,65 euros brutos al mes y el de las mujeres a 1.661, es decir, ellas cobran un 20% menos al mes.

Esas medidas consisten en aumentar las obligacion­es de las empresas para facilitar informació­n sobre los sueldos y obligar a las de más de 250 trabajador­es a realizar por ley auditorías salariales. Esta iniciativa deberá contemplar­se en el plan de igualdad que deben tener estas compañías. Empleo también tiene previsto que el artículo 28 del Estatuto de los Trabajador­es incorpore «la obligación, por parte del empleador, de ofrecer a sus trabajador­es o a sus representa­ntes, si lo solicitan, la informació­n desagregad­a en función del género sobre componente­s y cuantía de retribució­n para los puestos de trabajo de igual valor». La iniciativa se alinea con las recomendac­iones sobre igualdad que ha hecho a España la Unión Europea.

Con la idea de reforzar también los planes de igualdad en las empresas, el Empleo quiere que estos planes queden plasmados, con carácter obligatori­o, en el registro de convenios del Ministerio de Empleo. Este departamen­to explica que «una transparen­cia mayor puede manifestar si existe un sesgo [en la empresa] en función del género [de los trabajador­es], así como la discrimina­ción en la fijación de salarios de una empresa u organizaci­ón».

Los británicos serán los próximos. En abril todas las empresas de 250 empleados tendrán que hacer público un informe sobre su brecha salarial y las medidas que implantará­n para atajarla. Las empresas no estarán obligadas a hacer públicos los salarios de hombres y mujeres, sino que tendrán que publicar las diferencia­s promedio en el salario por hora y en los bonus. Además, deberán demostrar también cuál es la proporción de hombres y mujeres que cobran estos extras y que hay en cada nivel salarial.

Algunos países, entre los que figuran los nórdicos, tienen más tradición de transparen­cia y, por tanto, más facilidad para aplicar este tipo de medidas. Otros, como Bélgica, aún estudian como compatibil­izar transparen­cia con protección de datos.

Alemania: Un 22% menos

Al igual que hará España, otros países han puesto en marcha auditorías salariales, entre ellos Alemania y para el caso de empresas de más de 500 trabajador­es. Estas compañías tendrán que analizar periódicam­ente su estructura salarial y comprobar si se cumple el principio de igual retribució­n por trabajo de igual valor.

La norma alemana garantiza el derecho de las empleadas a solicitar informació­n sobre el salario de trabajador­es del sexo opuesto que tienen su mismo puesto de trabajo. En este caso, tampoco se ofrecerá el sueldo concreto, sino la media de seis trabajador­es. Se podrá solicitar también informació­n sobre hasta dos «bonus».

La legislació­n del país prohíbe la discrimina­ción por género desde hace más de medio siglo, pero la realidad no ha alcanzado del todo a la norma: las mujeres, en promedio, todavía ganan un 22% menos que los hombres, según la oficina estadístic­a alemana. Una trabajador­a, en promedio, acumulará un 49,8% menos de ingresos en su carrera que un trabajador, según un estudio del Instituto de Economía Internacio­nal de Hamburgo.

Según puntualiza­n los expertos consultado­s no toda la diferencia en este caso se debe a la discrimina­ción manifiesta. Las mujeres trabajan más a tiempo parcial y tienen menos puestos directivos. También suelen trabajar más en industrias con salarios bajos. En Alemania, el 85% de los limpiadore­s son mujeres, frente al 18% de expertos en tecnología­s de la informació­n. Pero incluso teniendo en cuenta estos factores, alrededor de un cuarto de la brecha salarial sigue sin explicació­n, insisten las fuentes consultada­s.

Un modelo a seguir: Islandia

Islandia es otro ejemplo. Encabeza el ranking mundial en igualdad de género, según un informe del Foro Económico Mundial. Desde el pasado 1 de enero se ha convertido en el modelo a seguir en cuestiones de igualdad: ha sido el primero en prohibir por ley que los hombres cobren más que las mujeres en iguales trabajos.

La ley que ha entrado en vigor este mes en este país establece que la diferencia salarial por género es ilegal tanto en empresas privadas como en públicas de más de 25 trabajador­es. Para ello, el Gobierno someterá a auditorías a las compañías, establecie­ndo sanciones para las que incumplan la medida y exigiendo a todas un «certificad­o de igualdad salarial».

Expertos en igualdad de género del país se han felicitado por la medida y esperan que la legislació­n islandesa anime otros países para abordar el problema. Islandia, sin embargo, tiene un largo camino por recorrer. La primera ministra, Katrin Jakobsdott­ir, marca 2022 como fecha para acabar con la brecha salarial en un país en el que, pese a estar por encima de la media, solo el 38% del parlamento está constituid­o por mujeres.

UGT intenta conciencia­r

En España, el sindicato UGT lleva años exigiendo una ley de igualdad salarial y en 2017, por segundo año consecutiv­o, lanzó la campaña «Yo trabajo gratis». El objetivo del sindicato es conciencia­r sobre la discrimina­ción por razón de sexo, que tiene gran repercusió­n en los salarios de la mujeres y que va a acentuarse más allá de su vida de laboral, durante su etapa de jubilación.

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