ABC (1ª Edición)

Fallece Paul Bocuse, el más grande cocinero del siglo XX

Bandera de la «nouvelle cuisine», entre sus logros figura haber conservado tres estrellas Michelin desde hace más de cinco décadas. Tenía 91 años

- CARLOS MARIBONA MADRID

Adiós a «Monsieur Paul». Así era conocido en Francia Paul Bocuse, el más grande chef del siglo XX, una leyenda de la cocina que falleció ayer a los 91 años de edad. No había en todo el mundo un cocinero más conocido. Como declaraba nada más conocerse la triste noticia el presidente francés, Emmanuel Macron, «su solo nombre resume la gastronomí­a francesa». Bocuse fue la cabeza visible del grupo de grandes cocineros que abanderaro­n la llamada «nouvelle cuisine», la nueva cocina francesa que a principios de los años 70 revolucion­ó la forma de cocinar, que liberó a los chefs de las estrictas reglas que habían regido hasta entonces y les dio libertad para crear, que aligeró los platos y dio protagonis­mo a los productos naturales. Su libro «La cocina de mercado» fue el santo y seña de esa revolución que más tarde se extendió por todo el mundo, incluida España.

Descendien­te de una estirpe de restaurado­res, Paul Bocuse nació en Collonges-au-Mont-d’Or, en las afueras de Lyon, el 11 de febrero de 1926. Siendo muy joven empezó a trabajar junto a su padre, Georges, en el establecim­iento que tenía su familia en Collonges desde el siglo XVIII. Con tan sólo 18 años, se enroló voluntaria­mente en la resistenci­a francesa del general De Gaulle, resultando herido. Acabada la guerra pasó a aprender los secretos de los fogones junto a la célebre cocinera lionesa Eugénie Brazier, la primera mujer que logró las tres estrellas Michelin, y luego continuó su formación junto al más grandes chef de la época, Fernand Point. Este fue su verdadero maestro, no sólo en la alta cocina sino también en la gestión completa de un restaurant­e.

Santuario gastronómi­co

Pasaría más tarde por dos renombrado­s restaurant­es parisinos, Lucas-Carton y Laperouse. En 1959, al morir su padre, Paul se instaló definitiva­mente en L’Auberge du Pont, el establecim­iento familiar de su localidad natal, al que pronto convirtió en un lugar de peregrinac­ión gastronómi­ca. No tardó mucho en lograr la primera estrella Michelin. Fue en 1961, el mismo año en que le eligieron mejor cocinero de Francia. La segunda llegaría al año siguiente. Y la tercera, la que le consagraba definitiva­mente, en 1965. Las conservó desde entonces hasta su muerte. Un auténtico récord el suyo, más de medio siglo ostentando tres estrellas.

Un tiempo más que suficiente para demostrar su exquisita técnica, su excelencia en la cocina y para crear centenares de platos para el recuerdo. El más célebre de todos fue sin duda alguna su «Sopa de trufas Valéry Giscard d’Estaign», que creó para la recepción celebrada en 1975 en el palacio del Eliseo el día en que el por aquel entonces presidente francés le impuso la Legión de Honor. Una masa de hojaldre envuelve la sopa. Una vez servida en la mesa, el comensal rompe con la cuchara la parte superior, liberando así todos los aromas. Los que hemos tenido la suerte de probarlo podemos dar fe de que se trata de un plato excepciona­l. Todavía hoy puede disfrutars­e en L’Auberge du Pont, en cuya fachada luce en grandes letras luminosas el nombre de Paul Bocuse. Un restaurant­e que aunque conserva las tres estrellas ya no es lo que fue, convertido en los últimos tiempos más en un atractivo turístico que en un gran templo gastronómi­co.

Bocuse, lógicament­e, ya no estaba estos años en la cocina, pero hasta hace no demasiado tiempo podía vérsele a diario dando una vuelta por el comedor, saludando a los clientes y fotografiá­ndose con ellos. Clientes que curiosamen­te eran en su mayor parte japoneses y que acudían, sobre todo, en busca del mito. Una de las grandes vir-

tudes de los franceses es que valoran y respetan a sus glorias nacionales. Por eso nunca nadie se ha cuestionad­o en estos últimos años en el país vecino revisar las tres estrellas del restaurant­e.

En 1987 Monsieur Paul puso en marcha un campeonato mundial de cocina, el Bocuse d’Or, que se celebra en Lyon cada dos años y otorga un enorme prestigio a quien lo gana. Un acierto comercial que revela otra faceta del chef lionés, la de empresario, propietari­o de restaurant­es y creador del Instituto Paul Bocuse, una de las más importante­s escuelas de cocineros de Francia. Pero sin duda este lionés humanista y hedonista, maestro en el arte del buen vivir, capaz de convivir con tres mujeres a la vez, pasará a la historia como el más grande cocinero de los últimos tiempos. Así lo reconocier­on incluso sus propios colegas al proclamarl­e, en 2010, «Chef del Siglo». Algo que ya había hecho bastante antes, en 1989, la mejor guía gastronómi­ca de Francia, «Gault et Millau».

 ??  ??
 ??  ?? Entre los grandes 1. Paul Bocuse con Juan Mari Arzak y Ferrán Adriá en Madrid, en 2006. 2. El restaurant­e L’Auberge du Pont de Collonges, en Lyon. 3. El chef francés con parte de su equipo, en una imagen tomada en 1973.
Entre los grandes 1. Paul Bocuse con Juan Mari Arzak y Ferrán Adriá en Madrid, en 2006. 2. El restaurant­e L’Auberge du Pont de Collonges, en Lyon. 3. El chef francés con parte de su equipo, en una imagen tomada en 1973.
 ??  ??
 ??  ?? La cocina del maestro El fallecido chef en 2011, en el interior de la cocina de L’Auberge du Pont, en Lyon. Es emblema de un imperio gastronómi­co valorado en 50 millones de euros
La cocina del maestro El fallecido chef en 2011, en el interior de la cocina de L’Auberge du Pont, en Lyon. Es emblema de un imperio gastronómi­co valorado en 50 millones de euros
 ?? FOTOS: EFE Y ARCHIVO ABC ??
FOTOS: EFE Y ARCHIVO ABC
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain