Trump pide la «opción nuclear» frente al cierre del Gobierno
La fórmula consiste en que baste una mayoría simple en el Senado para evitar el bloqueo
El mensaje de voz de atención al público de la Casa Blanca era ayer un símbolo del juego de acusaciones mutuas entre Donald Trump y la oposición ante el cierre del Gobierno de EE.UU. «Lo sentimos, no podemos responder hoy su llamada porque los demócratas han tomado como rehén la financiación gubernamental, incluida la de nuestras tropas y otras prioridades de seguridad nacional, por un debate sobre inmigración sin relación con este asunto», decía la voz enlatada.
En el día 2 con las puertas del Gobierno echadas, la animosidad entre la Casa Blanca y los demócratas seguía viva, mientras que los legisladores trataban de acercar posturas para encontrar una solución temporal. Republicanos y demócratas no llegaron a un acuerdo sobre el gasto federal porque los segundos exigían incluir una solución definitiva para los «dreamers», los 700.000 inmigrantes que llegaron al país como menores.
Trump arrancó el día echando más leña al fuego. «Es genial ver cómo los republicanos están peleando duro por nuestro ejército y por la seguridad en la frontera. Los demócratas quieren que los inmigrantes ilegales se cuelen en nuestro país sin control», escribió en Twitter antes de ofrecer su solución para acabar con el bloqueo: los republicanos deben cambiar la normativa de mayorías en el Senado para que baste una mayoría de 51 senadores para aprobar una ley como esta, en lugar de los 60 que se necesitan ahora. Es la llamada «opción nuclear», que acabaría con el poco poder que tienen los demócratas en Washington, donde los republicanos controlan la Casa Blanca, la Cámara de Representantes –con una mayoría ahogada– y el Senado –con una mayoría escasa–.
Más que un órdago, la apuesta de Trump es un brindis sol. El senador demócrata Dick Durbin lo criticó con dureza: «Sería el fin del Senado tal y como fue creado e ideado por los padres fundadores», dijo en la cadena ABC. Pero ni siquiera los republicanos están a favor de la opción nuclear. «Todos sabemos que la minoría tiene la capacidad de bloqueo. Yo defiendo ese derecho desde un punto de vista institucional», aseguró el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell. Es un veterano de los pasillos del Congreso, y sabe que los republicanos necesitarán en el futuro ese resorte parlamentario cuando la tortilla se dé la vuelta en el Senado.
Eso podría ser más temprano que tarde, ya que en las elecciones legislativas de este noviembre se ponen en juego una treintena de escaños de la cámara alta. Aunque los demócratas no lo tienen fácil –la mayoría de los escaños en juego son propios–, la volatilidad política en el «trumpismo» podría devolver el Senado a la oposición. En los últimos años, tanto demócratas como republicanos han erosionado esa capacidad de bloqueo: en 2013, bajo la presidencia de Barack Obama, el demócrata Harry Reid eliminó la exigencia de 60 votos para aprobar los nombramientos de cargos del Gobierno y de jueces federales; el año pasado, el propio McConnell la desterró para la elección de jueces del Supremo, lo que allanó el camino para la confirmación de Neil Gorsuch, el magistrado conservador elegido por Trump.
Todo abierto
McConnell sabe que, a la larga, acabar con el bloqueo por un desacuerdo en gasto es una apuesta con muchos riesgos para el partido. Trump lo saca a relucir porque no tiene nada que perder: se presenta como un salvador decidido sabiendo que no saldrá adelante.
Mientras tanto, los legisladores se esforzaban en encontrar un acuerdo de mínimos para al menos conseguir que las oficinas y agencias federales abriesen hoy lunes. McConnell anunció que habría una votación como tarde a la una de la mañana de hoy (siete de la mañana en España) para votar su plan de extender la ley de gasto. Pero no incluía ningún compromiso sobre los «dreamers», por lo que no se esperaba que consiguiera muchos avances.
Más esperanzas había en un plan impulsado por un grupo de senadores moderados de ambos partidos: liderado por la republicana Susan Collins y el demócrata Joe Manchin, que pretendía ampliar el acuerdo de gasto hasta comienzos de febrero, asegurar los fondos de ayuda a las zonas afectadas por desastres naturales, encontrar una financiación de largo plazo para el programa de atención médica a niños con pocos recursos y comprometerse a realizar una votación sobre inmigración en las próximas semanas.
Contestador automático «Lo sentimos, no podemos atender a su llamada por culpa de los demócratas» decía ayer el contestador de la Casa Blanca Compromiso Los dos partidos tratan de obtener otro plazo para que reabran las oficinas