ESPAÑA, REFERENTE EN AUTOMOCIÓN
El liderazgo en esta potente industria, lejos de retroceder, se ha afianzado a pesar de las dificultades que generó la crisis
ESPAÑA se ha convertido en uno de los referentes de la automoción mundial gracias a la competitividad de su fábricas, la formación de sus trabajadores y su red de infraestructuras, idónea para el transporte de componentes y la venta de vehículos al exterior. De hecho, el liderazgo que ostenta la economía nacional en esta potente industria, lejos de retroceder, se ha afianzado a pesar de las dificultades que generó la crisis, demostrando su envidiable grado de adaptación a las adversas circunstancias que, tarde o temprano, acaba presentando el mercado. Prueba de ello es que Opel anunció ayer que la planta zaragozana de Figueruelas fabricará en exclusiva la nueva generación del Corsa a partir de 2019 e incluso la futura versión eléctrica de este modelo en 2020, siendo la primera fábrica de esta marca en producir un coche cien por cien eléctrico en Europa. Aunque todavía no hay cifras concretas sobre el volumen de inversión, este proyecto no solo garantiza la plena actividad de la planta, en la que trabajan más de 5.400 empleados, sino que también impulsará la actividad económica de la zona, ya que Figueruelas es uno de los grandes motores industriales de la región.
El éxito de este plan se debe, entre otros factores, a la responsabilidad y altura de miras que ha mostrado el comité de empresa en la firma del nuevo convenio colectivo. Su apuesta por el diálogo y el incremento de la productividad, de cuya evolución depende, en última instancia, el nivel de los salarios, contrasta con la conflictiva y contraproducente actitud que reflejan los sindicatos en otros muchos ámbitos. Algunos deberían tomar buena nota de los acuerdos laborales que ha alcanzado el sector de la automoción durante la crisis, en especial tras la reforma del mercado de trabajo, ya que han permitido que la actividad continúe, pudiendo hacer frente, además, a la fuerte competencia que existe a nivel internacional.
España refuerza, por tanto, su liderazgo en el mundo del automóvil, cuyo peso en la industria es muy sustancial. El sector de la automoción, con más de 2,8 millones de unidades fabricadas el pasado año, representa el 10 por ciento del PIB –incluyendo las actividades de comercialización– y el 9 por ciento del empleo. Hoy por hoy, España es el segundo fabricante europeo tras Alemania y el octavo a nivel global. La presencia de grandes marcas internacionales permite vender al extranjero el 85 por ciento de los coches de fabricación nacional, hasta el punto de representar cerca del 20 por ciento del importe de las exportaciones españolas. Además, esta industria representa uno de los nichos de empleo más estables de nuestra economía, al tiempo que genera trabajo cualificado y de alto valor añadido, siendo uno de los sectores que más apuestan por la inversión en innovación y desarrollo. La automoción contribuye tanto a la recuperación como a la fortaleza económica de España.