17 de agosto de 2017
El 17 de febrero se cumplirán seis meses desde que mi padre, Ian Moore Wilson, murió en el ataque terrorista en Barcelona, y mi madre, Valerie, resultó gravemente herida. La pérdida de mi padre ha dejado un enorme vacío en nuestras vidas. Sin embargo, somos una familia que ha sido muy afortunada a lo largo de los años, y nuestra experiencia después de la muerte de mi padre no es una excepción. Hemos sido testigos de un lado compasivo y amoroso de la humanidad: desde las personas que sostuvieron a mi padre cuando falleció y dieron consuelo a mi madre; a Albert Salvador, el hombre que ayudó a Robert a encontrar a mi madre; a las personas que visitaron a mi madre en el hospital; a los médicos y enfermeras que la cuidaron; a los profesionales legales que nos ayudaron (y rechazaron el pago de sus servicios); a la funeraria, que también rechazó el pago; al FC Barcelona y al RCD Español, que apoyaron a mi hijo; a la Cruz Roja... Eternamente agradecidos.
En agosto regresaremos a Barcelona, en el aniversario de la muerte de mi padre y de todas las víctimas del ataque en La Rambla y Cambrils. Mi padre era un hombre generoso, bondadoso y humilde que se desvivía por ayudar a los demás. Lo que la gente de Barcelona ha hecho por nosotros es un reflejo de su carácter y transmitiremos su amistad, amor y compasión el resto de nuestras vidas. FIONA WILSON VANCOUVER (CANADÁ)